El déficit de abastecimiento de agua, las deficiencias en la calidad de la misma y la sobreexplotación de los mantos acuíferos, contaminación de arroyos y del río Santiago e inundaciones en gran parte de la ciudad, son problemas que afectan de manera directa al Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) afirmó José Arturo Gleason Espíndola, académico del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD).
Destacó que para que haya una buena gestión del agua hace falta que el gobierno quiera cambiar el modelo actual. “Se basa en la construcción de megaobras porque aparentemente es una solución rápida, pero se convierte en un modelo insostenible debido, entre otras causas, a los recursos que son necesarios para mantenimiento”.
Debería haber en su lugar un modelo de cuidado y conservación del agua, con base en educación. De manera que pueda haber ciudadanos conscientes y responsables consumiendo menos agua y aprovechándola de manera más eficiente.
Sugirió la necesidad de medir el agua para saber cuánta se está consumiendo, cuánta ingresa al sistema y la calidad de la misma, cuánta agua se precipita por las lluvias, cuánta se infiltra, cuánta recorre las tuberías y cuánto consume el usuario, entre otros aspectos. Estos datos no existen o son escuetos.
“No se sabe con precisión cuánta agua se consume en el AMG. Lo que se sabe es con base en cálculos, pero mediciones puntuales no hay, y la prueba es que a muchos usuarios se les cobra injustamente los consumos”, destacó el académico.
La gestión del agua en México
Añadió que la gestión del agua en México es muy desordenada, y que prevalece el interés económico, ante todo.
Lamentó que muchas veces no se castigue a los que contaminan el agua, y los ciudadanos por lo general no contribuyen a mejorar la situación al descargar aguas negras. Todavía no hay la conciencia extendida de dar la valía y la importancia que corresponde al agua.
Si hubiera un cambio generalizado en la forma de pensar y la conducta del mexicano, se podrían alcanzar grandes logros en torno al agua, pero las mayorías permanecen apáticos, ignorantes y egoístas, y eso no permite que haya más logros, por ejemplo, en la conservación de los bosques que infiltran agua y un aprovechamiento más eficiente del líquido vital.
Una de las mayores satisfacciones de José Arturo Gleason Espíndola es el sostenerse en la lucha por el agua, ser fiel a sus principios éticos y morales y defender las causas que para algunos están perdidas, como generar conciencia en la población sobre el cuidado del agua.
“Yo quisiera lograr un cambio de conducta de los mexicanos, sin embargo, a comparación de hace veinte años hay avances como un mayor conocimiento en el tema, personas que se están capacitando y líneas de investigación sobre el agua y la ciudad”.
“Necesitamos la transformación de las personas para que permee el cambio desde casa hasta nivel público. Somos dados a consumir agua, pero no estamos educados para cuidarla y conservarla”.
La falta de abastecimiento de agua y de saneamiento son dos de los principales desafíos que enfrenta el ser humano: no hay agua para todos en términos de calidad y cantidad, externó.