La lógica una ciencia formal humana y de fundamentos

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Desde la antigí¼edad se acepta sin recelo la idea de que lo distintivo del hombre es la razón. A partir de una visión antropológica y zoológica se sostiene que el “hombre es un animal racional”. ¿Que tan cierta es la idea de que lo que nos distingue y caracteriza es la razón?
De manera casi intuitiva y general, cuando nos referimos a la razón, hablamos de una actividad mental que nos ayuda a resolver problemas de diferente índole (prácticos o teóricos). La aceptación de esta definición nos llevaría a pensar que es cierto que los hombres somos animales racionales. Sin embargo, ya no estaríamos tan seguros (sobre todo después de la observación de la resolución de problemas de otros animales) de que seamos los únicos seres que utilizamos esta facultad (por lo menos en la solución de problemas prácticos se observan respuestas sorprendentes por parte de algunos animales).
No toda actividad mental utilizada para resolver problemas teóricos o prácticos, responde a una forma válida de resolución. El epistemólogo suizo Jean Piaget demostró que durante el desarrollo de la infancia se avanza de manera progresiva en la resolución de dificultades, partiendo de datos inmediatos, hasta resolverlos de manera más abstracta y utilizando formas válidas. Por ejemplo: si dentro de la caja A, tengo una caja B, y dentro de la caja B, una caja C, no todos los niños asegurarían que la caja C se encuentra dentro de la caja A, si antes no han visto el ensamblaje de las cajas. Lo anterior nos lleva a afirmar que probablemente todos los humanos razonamos, pero no todos utilizamos siempre formas válidas de razonamiento.
La lógica, en tanto que ciencia o instrumento, nos permite distinguir entre las formas válidas de razonar y las inválidas.
Su estudio queda plenamente justificado para cualquier profesión, porque: a) como acabamos de mostrar, razonar válidamente no es algo innato o natural en el hombre; b) hay razonamientos que parecen válidos, pero no lo son; c) la ciencia, la tecnología y la filosofía tienen la obligación de fundamentarse en formas válidas de razonamiento.
Desde un punto de vista psicogenético, el momento ideal para iniciar el estudio formal o científico de la lógica, es el nivel medio, pero principalmente el nivel medio superior. En este periodo del desarrollo los estudiantes han adquirido una mejor capacidad de abstracción, inicia la resolución comprometida de problemas de orden teórico y práctico, pero, prioritariamente, porque la preparatoria, al ser la antesala de los estudios profesionales, debe ofrecer los principios que ayuden a fundamentar las licenciaturas; de las actividades científicas y tecnológicas, cuyos cimientos se soportan en una racionalidad formal.
La Universidad de Guadalajara tiene una añeja y reconocida tradición en el ámbito nacional e internacional de la investigación, enseñanza y difusión de la lógica. Durante la década de los ‘90, el SEMS promovió las olimpiadas de lógica, cuya iniciativa fue retomada con éxito en el ámbito nacional. Distintos académicos de nuestra universidad han tenido participaciones destacadas en los congresos internacionales de didáctica de la lógica; en 2004, en el CUCSH, durante la celebración del sexto encuentro internacional de didáctica de la lógica, fueron sentadas las bases para la formación de la Asociación Mexicana de Lógica (AML), en la que algunos de los miembros fundadores son profesores de la UdeG. Esta actitud vanguardista fue refrendada el 6 de junio del presente año, cuando Gloria Estela Saldaña y José Luis Barajas, estudiantes de la preparatoria 12, obtuvieron el primero y tercer lugares en la sexta edición de la Olimpiada Nacional de Lógica.
Las comunidades de filósofos y lógicos de México percibieron como un despropósito la intención de la SEP de eliminar a la lógica y la filosofía de los programas de estudio en su nueva propuesta del sistema nacional del bachillerato. Afortunadamente, el 23 de julio de 2009, se enmendó a tiempo dicha posición y fue publicado el acuerdo número 488, que establece que la filosofía, la estética, la ética y la lógica deben formar parte del marco curricular del sistema nacional de bachillerato.
Dos aspectos dignos de resaltar de la mencionada resolución, son que el concepto de lógica aparece sin maquillajes o adjetivos y, en segundo lugar, que dicha ciencia está considerada en el marco de las humanidades, lo cual puede ser síntoma del rescate del carácter autónomo e instrumental con que la mencionada disciplina puede ser concebida.
El bachillerato de la Universidad de Guadalajara también enfrenta momentos de reforma, por lo cual, en congruencia con la destacada tradición de sus profesores y estudiantes, en consonancia con el reconocimiento del carácter científico e instrumental de la lógica y en pro del perfil científico, laico y racional de los estudios universitarios, deberá preservarse, tanto la lógica como la filosofía sin ambiguas adjetivaciones y con pleno reconocimiento del carácter clásico y universal que las distingue. Esto es, priorizando la racionalidad formal (propia del pensamiento científico) sobre la subjetividad de los enfoques mercantiles o psicologistas.

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