La inseguridad pública orilló a las autoridades a tomar medidas. Ya es obligatorio el registro de celulares en México, lo que puede ser contraproducente y dar nuevas armas a la delincuencia, coincidieron investigadores del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH)
El Estado debe tener mucho cuidado con la información recabada. Esta debe ser protegida, de carácter confidencial y sólo utilizarse en los casos que se quiera combatir a la delincuencia, además debe estar blindada contra la corrupción, indicó Dante Haro Reyes, profesor investigador del mismo núcleo.
“Los teléfonos pueden ser intervenidos en México mediante la orden de un juez, pero seamos prácticos, todos sabemos que hay relaciones delincuenciales entre algunos miembros de las instituciones policiales y de las organizaciones de delincuentes. Los primeros pueden dar a los segundos información para que actúen”, indicó Fernando Espinoza de los Monteros, académico del CUCSH.
El experto en seguridad pública indicó que la medida puede afectar la privacidad en las comunicaciones. “Ahora existen sistemas para intervenir teléfonos o radiolocalizadores. Esto facilita a las corporaciones policiacas o a las organizaciones criminales vigilar los celulares que les interesen”.
Muchas veces la información que el ciudadano proporciona para adquirir su credencial de elector es vendida y la tienen algunas empresas. “Entonces en manos de quién van estar nuestros datos privados”, agregó Haro Reyes.
Registro Nacional de Celulares
El Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Celular entró en vigor el 10 de abril y pretende agrupar a los 76 millones de mexicanos que utilizan dispositivos de telefonía móvil. Este es resultado de un decreto que reforma y adiciona disposiciones de la Ley Federal de Telecomunicaciones.
Quien desee obtener una línea celular deberá presentar comprobante de domicilio actualizado, Clave íšnica de Registro de Población (CURP), identificación oficial con fotografía vigente y permitir la impresión de su huella dactilar.
En el caso de las personas morales además de los requisitos mencionados se sumarán el comprobar e identificar la razón social de la compañía, presentar cédula fiscal y copia del documento que acredite su capacidad para contratar la línea. Los usuarios que ya cuentan con una línea tienen un año a partir del 10 de abril para registrarse en la base de datos, de lo contrario su servicio será dado de baja.
También en el extranjero
México no es el único país que obliga el registro de celulares. En Austria, Francia y Alemania, quien compra un teléfono celular debe identificarse y proporcionar sus datos personales. El objetivo es llevar un control para saber quiénes son los propietarios existentes y fincar responsabilidades en caso de que el dueño cometa un delito, afirmó Dante Haro.
El especialista en seguridad pública señaló que los delincuentes dedicados al narcotráfico, trata de blancas, extorsión o secuestro utilizan como herramienta el teléfono celular. “Cuando se hacen detenciones la policía ha detectado delincuentes con hasta 15 teléfonos celulares”.
Hay alrededor de 76 millones de usuarios de telefonía celular o radiolocalización en México, lo que ha vuelto muy complejo el control de carácter administrativo. Los que contratan el servicio en una compañía sí tienen nombre y domicilio registrado, pues les piden como requisitos dar sus datos personales. El problema surgió con los servicios prepagados, ya que la persona puede comprarlo sin necesidad de mayores trámites y utilizar el servicio para delinquir sin mucho riesgo, agregó Espinoza de los Monteros.
En México operan más de 700 bandas delictivas en diferentes regiones del territorio nacional. “Es más, dentro de los centros carcelarios hay delincuentes que se dedican a extorsionar gente mediante el uso de celulares. A pesar de que muchos reclusorios cuentan con inhibidores de las señales telefónicas, no son tan potentes para eliminar toda clase de señales. Las radiocomunicaciones fueron perfeccionadas. Ahora cuentan con banda ancha. Es necesaria tecnología más avanzada para poder bloquear las señales”.
Dante Haro criticó el registro a través de una llamada telefónica o el envío de nombre con apellidos y fecha de nacimiento, ya que indicó que una persona decidida a delinquir podía dar datos falsos o dar un Curp de un desconocido.
