La primera llamada del CAE

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    El arranque de las obras de construcción del Conjunto de Artes Escénicas, del Centro Cultural Universitario, observadas a distancia a través de una transmisión en video a control remoto, forma parte de un guión preestablecido en el que la Universidad de Guadalajara se consolida como baluarte en el desarrollo cultural del estado.
    Adentro, en uno de los anexos del Auditorio Telmex, una enorme maqueta da cuenta del proyecto completo del CCU; afuera, en un terreno aplanado, el ejército de máquinas forma su propia coreografía en la edificación de un espacio que de acuerdo con la propia Universidad, se merece Jalisco.
    El lugar común sería decir que el Conjunto de Artes Escénicas es un proyecto único en su tipo en el país. Lo apropiado es señalar que el inmueble, compuesto de tres distintos espacios para la música y el teatro, tiene como propósito emular a algunos espacios de gran prestigio en el ámbito mundial, como el Royal National Theatre de Londres.
    Conformado con tres inmuebles autónomos que constituyen tres teatros: dos de usos múltiples y uno alternativo y experimental, el Conjunto de Artes Escénicas busca la armonía funcional al compactar las áreas de servicio para el uso común de todas las áreas, lo que representa un ahorro de costos por medio de un vestíbulo abierto que entrelaza las diferentes áreas por medio de rampas.
    Uno de los espacios, para mil 800 espectadores, será una sala de conciertos, única en su tipo en el estado y que será utilizada también para ópera y ballet, comentó Raúl Padilla López, presidente del Fideicomiso del CCU, quien manifestó que aproximadamente 14 ciudades del país cuentan con una sala de conciertos y recordó que en el DF se encuentra la mejor de todas.
    “¿Por qué la Universidad? Bueno, pues alguien tenía que hacerlo. Nos habíamos tardado. También la UNAM tiene el orgullo (yo como universitario lo resalto) de contar con la mejor sala de conciertos de América Latina, la Nezahualcóyotl; la Universidad Veracruzana cuenta con dos salas de conciertos, una recientemente construida, que es formidable; la Universidad de Puebla tiene su sala de conciertos, la Universidad de Nuevo León…”.
    La sala Netzahualcóyotl pertenece a otra universidad pública: la UNAM. Fue inaugurada en 1976 y tiene capacidad para 2 mil 300 personas.
    “Jalisco, que es uno de los estados con mayor tradición cultural y musical… cómo es posible que nuestra ciudad no tenga una sala de conciertos. El Teatro Degollado es un inmueble extraordinario, formidable, pero que no es funcional como sala de conciertos por muchos motivos. Cerca de 14 ciudades en el país tienen sala de concierto, ciudades con apenas 500 mil habitantes. El Distrito Federal posee cuatro y Guadalajara y su zona metropolitana, no”.
    El Conjunto de Artes Escénicas, cuarto de los inmuebles que se construye en el CCU, se complementa con un teatro para 900 espectadores y un teatro estudio para formatos experimentales, con capacidad para 400 espectadores y en el que se podrán desarrollar propuestas alternativas.
    El costo estimado del conjunto es de 460 millones de pesos, de los cuales se tienen 70 millones de pesos, provenientes del gobierno federal, para el arranque de las obras, ya que el financiamiento del Centro Cultural Universitario reunió recursos de parte de la federación, el gobierno del estado, el ayuntamiento de Zapopan y la Universidad de Guadalajara.
    El Rector general de la UdeG, Marco Antonio Cortés Guardado, manifestó que la creación de estos nuevos espacios será una motivación adicional para que la institución incremente el apoyo a las disciplinas artísticas en la entidad. “La promoción de la cultura se ha convertido en la última década en un baluarte para el desarrollo de Jalisco y de la Universidad, para que su actividad artística dé un salto significativo. La creación de estos espacios nos da la posibilidad de que la UdeG cuente con una orquesta filarmónica, fomente la danza y el teatro, con el objetivo de alcanzar niveles internacionales”.

    Avanza la biblioteca
    La Biblioteca Pública del Estado camina viento en popa, para convertirse en la segunda más importante de México, con un acervo de un millón de ejemplares, con la posibilidad de albergar hasta tres millones y que tendrá la capacidad de atender hasta a tres mil usuarios simultáneamente.
    “Estamos cerca de inaugurar ya, a punto de terminar, la nueva sede de la Biblioteca Pública del Estado; está en su última etapa de colocación de la fachada de la misma e igualmente estamos a unas semanas de inaugurar la Plaza del Bicentenario, que como dice el Rector general, será un espacio cívico de grandes dimensiones y gran ambiente para la Zona Metropolitana de Guadalajara, además de un anfiteatro, de un teatro al aire libre. Cuenta con dos estacionamientos, dos pisos subterráneos de estacionamiento para dar servicio tanto a la biblioteca como al Conjunto de Artes Escénicas”, afirmó Padilla López.
    La Plaza Bicentenario, un espacio enclavado en un área de 21 mil metros cuadrados, será la más grande en su tipo en la ciudad. Cabe recordar que la Plaza Liberación tiene una superficie de 17 mil metros cuadrados, además de ser un entorno amigable que estimula el rescate de los espacios públicos para los ciudadanos y que contará con accesos para personas con discapacidad.
    “Tenemos un circuito interno de transporte que va a evitar la movilidad interna en automóviles particulares, que permitiría poderse mover no solamente a quienes tienen discapacidad, sino a cualquier persona e ir de un punto a otro del perímetro del centro cultural, para que el interior del desarrollo sea exclusivamente peatonal”, informó Mauricio de Font-Réaulx, director del Centro Cultural Universitario.
    La Universidad de Guadalajara con esto trata de contribuir a rescatar lo mejor de una ciudad, que son los espacios públicos, esto es, que vuelvan a ser los principales espacios de convivencia y socialización de las personas, agregó el presidente del fideicomiso del CCU.
    La primera escena del proyecto teatral de la Universidad de Guadalajara ha comenzado.

    ¿Por qué la Universidad?
    Alguien tenía que hacerlo, dijo Raúl Padilla López, presidente del Fideicomiso del Centro Cultural Universitario, el complejo cultural de 26 hectáreas, localizado en la reserva territorial de la Universidad de Guadalajara, en Los Belenes y que prevén se convertirá en el más importante del país, a pesar de la polémica levantada a su paso.
    Hace unas semanas el Rector general de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro, manifestó su apoyo a la UdeG y a la creación del Centro Cultural Universitario, tras recordar que la misma UNAM fue cuestionada en la construcción de su propio complejo, ahora considerado una pieza importante dentro de la institución y con una relevancia histórica.
    El exrector de la UdeG respondió a las interrogantes sobre por qué edificar un centro cultural en el que se proponga la creación de zonas comerciales, cuyas rentas ayudarán a la sustentabilidad del complejo y puso como ejemplo la zona construida en La Ría, en Bilbao, España, donde un viejo puerto en una zona insegura y hostil fue transformado con capital público y privado en un área de gran explosión cultural para la ciudad y en que se incluyen, además del Museo Guggenheim, el palacio, el Museo Marítimo Ría de Bilbao y el centro comercial Zubiarte, que la oportunidad de hacer compras, disfrutar de la gastronomía y asistir a salas de cine, entre otros inmuebles.
    Padilla López recordó que, por ejemplo, el Auditorio Telmex, a tres años de su inauguración, está pagando el préstamo con el que fue construido y al que han asistido un millón 500 mil personas locales y 346 mil provenientes de fuera de la Zona Metropolitana de Guadalajara y originado una derrama de mil 961 millones de pesos.
    El CCU se visualiza como un espacio acorde con las tendencias mundiales de infraestructura de desarrollo de distritos urbanos, como la misma Potsdamer Platz, en Alemania, construida donde antes estaba el Muro de Berlín y en la que hoy conviven tanto los espacios culturales como la vivienda y las zonas comerciales.
    Las autoridades del fideicomiso anunciaron que entre 2013 y 2014 se iniciará la construcción del Museo de Ciencias Ambientales y confiaron en que el gobierno del estado comprenda la importancia del CCU y los beneficios que acarreará a la población, por la difusión de la ciencia y la cultura, por lo que se reanudará el apoyo.

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