La cucaracha pide telas e hilos para huicholes

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    El grupo de títeres La cucaracha apuesta por la preservación del traje típico huichol, por lo que todos los niños que quieran acudir al espectáculo que presenta este grupo deberán llevar tela e hilos o estambres de colores, señala su director, Ignacio “Cucaranacho” Larios.
    “Antes pedíamos a los niños y padres de familia que trajeran ropa para los huicholes, pero comprendimos que llevarles los vestidos que se usan en la ciudad a los indígenas era una manera de destruir sus formas tradicionales de vestir, por lo que ahora pedimos telas e hilos de colores para que ellos mismos elaboren sus trajes de acuerdo a su gusto y tradición”.
    Agrega que los huicholes se han distinguido durante siglos por usar ropa de manta adornada con vistosas figuras de colores, en las que plasman parte de su historia, con la naturaleza y los animales propios de su cosmovisión, “por lo que queremos reafirmar su costumbre”.
    “Es importante que el niño mestizo entienda que hay otros niños que visten de forma diferente, que comprenda la diversidad cultural de nuestro país y colabore a que, en este caso el huichol, mantenga su cultura y recupere su vestimenta”.

    Reafirmar la cultura tradicional
    Ignacio Larios explica que las funciones de títeres, en las que presentan historias, leyendas y cuentos tradicionales, buscan reafirmar la cultura de la gente, además de ayudar a que los niños indígenas de México “permanezcan con sus costumbres”.
    Explica que durante junio montarán nuevas historias, como el cuento seri “La tierra de arena”, un mito relacionado con la caguama y que narra cómo al principio de los tiempos, cuando no había tierra firme, sino solo mar, el señor de los vientos dijo a todos los animales marinos que si le traían un poco de arena del fondo del océano, podría hacer la tierra.
    De los animales que acudieron, el último en llegar fue la caguama. Apurada por la tardanza, explicó al señor de los vientos que casi toda la arena se le había caído durante la travesía y solo llevaba una poca en las uñas. Sin embargo, la cantidad fue suficiente para que los dioses formaran la tierra.
    “Por eso la tortuga marina vive todo el tiempo en el mar, pero tiene el permiso de que a sus hijos los cuide la Tierra, que ella ayudó a crear”.
    Ignacio Larios añade que también presentarán “El conejo y el coyote”, un cuento zapoteca que narra porqué los coyotes aúllan a la luna, además de una recreación ecológica titulada “Un verdadero par de gusanos” y números musicales con fantochitos.
    “Lo bonito del teatro guiñol es la recreación de los personajes que aparecen en los cuentos indígenas y que tanto gustan a los pequeños”.
    La cita es todos los sábados de junio, a las 13:00 horas, en la sala Higinio Ruvalcaba, del exconvento del Carmen, con su boleto de entrada en mano: tela blanca de manta e hilos o estambres de colores para que el pueblo huichol conserve sus trajes típicos.

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