Triunfo de gobiernos de derecha es resultado del descontento social, dice académico

El especialista en derechos humanos, Roberto Gargarella, ofreció una cátedra en el Paraninfo Enrique Díaz de León

817
Fotografía: Iván Lara González

La elección de gobiernos de extrema derecha es consecuencia del malestar social que no tiene mecanismos ni instituciones que propicien una conversación en la que sean reflejadas sus necesidades, afirmó el académico de la Universidad de Buenos Aires, Roberto Gargarella, quien dictó la conferencia “La sala de máquinas de la Constitución: dos siglos de constitucionalismo”, cátedra inaugural del Anuario de Derechos Humanos y Filosofía del Derecho Alethéia, organizado en conjunto con la Universidad de Guadalajara.

Es propio de una sociedad enojada que no encuentra mecanismos para conversar, no encuentran mecanismos para influir, no encuentra el mecanismo para controlar al poder y entonces en las pocas oportunidades que tiene para expresarse quiere romper todo porque está muy enojada y eso tiene explicaciones sociales, tiene explicaciones económicas, tiene explicaciones de la desigualdad, tiene explicaciones en la miseria, en la pobreza, pero también tiene causas institucionales, nuestras instituciones no son hospitalarias a la conversación democrática”, afirmó durante la charla realizada en el Paraninfo Enrique Díaz de León.

Fotografía: Iván Lara González

El abogado, sociólogo y académico aseguró que las instituciones en la mayoría de los países del mundo no han propiciado un diálogo con la ciudadanía y se han limitado a crear y reformar sus constituciones, sin que respondan necesariamente a la realidad.

Señaló que esta posición constitucionalista ha perjudicado a la democracia y la ha reducido a un mero proceso electoral cada determinado tiempo.

“El constitucionalismo ha colapsado a la democracia, ha terminado reduciendo la democracia a las meras elecciones periódicas, hoy por hoy la participación democrática es entendida, tanto desde la izquierda política como de la derecha política, básicamente como intervenir en las elecciones. Entonces, el conservador piensa: bueno, que haya la menor intervención cívica posible y entonces la democracia se limita a lo que usted diga cada dos años a cada cuatro años cuando vota y la izquierda, que quiere más democracia dice lo mismo simplemente que pidiendo más elecciones”, dijo.

Fotografía: Iván Lara González

El especialista en derechos humanos abogó por que los Estados propicien una conversación democrática en la que lo importante sea el poder que le queda a la ciudadanía y lo que hacen con él mientras eligen a sus gobernantes.

“Cuando nosotros decimos conversación democrática lo importante es lo que pasa entre elección y elección, es el poder que nos queda como ciudadanos entre elección y elección, no es participar democráticamente o más intervenir en más elecciones, eso no es democracia, porque yo mañana después de votar a un político o a un juez ¿qué posibilidades tengo de intervenir en política institucionalmente? Nada. No hay un instrumento institucional que yo pueda hacer para reivindicar mi derecho de autogobierno, entonces lo que pasa en nuestros países entre elección y elección es nada el ciudadano que ha quedado desnudo de instrumentos institucionales”, aseguró.

Juan Carlos Guerrero Fausto, titular de la Oficina de la Abogacía General de esta Casa de Estudio, fue el encargado de presentar al ponente y de obsequiarle una playera del equipo Leones Negros, para agradecerle su visita a la UdeG y honrar su afición al fútbol.

Artículo anteriorSonidos y emociones de la pandemia
Artículo siguienteCelebran en CUSur las XV Jornadas Académicas de Periodismo