Las adicciones, los problemas de salud mental y los suicidios aumentaron tras la pandemia del COVID-19 en el mundo. En México y Estados Unidos (EUA) el alza de casos de suicidio incrementó entre 2017 y 2022.

De visita por el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) Belenes, Luis M. García, consejero de la National Latino Behavioral Health Association (NLBHA), de EUA, participó con una conferencia sobre adicciones, salud mental y suicidios en la era post pandemia, titulada “Experiencias con la comunidad latina y asiática en California”. Ahí consideró como “una tragedia humana el incremento de suicidio adolescente” en ese país.

“El efecto post pandemia, durante los momentos de mayor tensión provocados por el COVID-19 aumentaron los suicidios; una vez que regresamos a la ‘normalidad’ la tensión se redujo y bajó el número de suicidios”, explicó Fletes Corona.

En los últimos cinco años la tasa de suicidio por cada 100 mil habitantes aumentó de 5.3 en 2017 a 6.3 en 2022, lo que representa un incremento de 25.6 por ciento en los casos, al pasar de 6 mil 494 en 2017 a 8 mil 123 en 2022.

Fotografía: Edgar Campechano Espinoza

Destacó que el uso y abuso de drogas en los jóvenes es un asunto de salud pública, en el que las oportunidades que se brindan a este sector poblacional marcan la diferencia. “Cuando a estos chavos se les ayuda, porque en su mayoría no se les brindan oportunidades, se convierten en ciudadanos exitosos, sin problemas de adicciones”, subrayó Fletes Corona.

M. García informó que en EUA casi 50 mil personas se suicidan al año, y es la causa de muerte más común de las mujeres adolescentes. “El suicidio en jóvenes a nivel mundial es muy parecido, y en Estados Unidos representa una tragedia humana”, recalcó.

El también Director de la clínica “Pacific clinics”, asentada en el estado de California, abordó el estigma de la salud mental y las adicciones en la comunidad latina, que también toca a la población afroamericana y armenia.

En aquella comunidad, remarcó, hay factores de riesgo como la disponibilidad de las armas –la mitad de los suicidios se consumaron con armas de fuego– y el acceso a drogas y alcohol. “Hay factores de riesgo como depresión, desorden bipolar, uso y abuso de sustancias, comorbilidades de las comunidades latina, afroamericana y armenia”, declaró.

Durante la pandemia, ahondó, factores como el hacinamiento y el colapso de los servicios domésticos para trabajar o estudiar, el Internet y los de salud complicaron los problemas de adicciones. “En el campo de la adicción, el alcoholismo está asociado con la probabilidad de suicidio: hasta 17 veces en varones adolescentes, y tres veces en mujeres adolescentes”.

Fotografía: Edgar Campechano Espinoza

Para la intervención del esquema de problemas en bloque adicciones-salud mental-suicidio, M. García recomendó brindar una atención integral que incida en lo familiar, lo colectivo y lo social, y después en lo individual.

La prevención primaria se centra en la familia, en el colectivismo; en lo secundario, a través de videos, talleres, conferencias para la disminución de factores de riesgo y en la terciaria, los determinantes sociales, no sólo el trabajo, también la casa, la fe y las opciones que tiene la persona”, explicó.

Sobre las estrategias de tratamiento destacó la orientación, detección temprana, capacitación, sensibilización y terapia en un proceso autogestivo donde estén presentes la familia, la comunidad y la sociedad.

El jefe del Departamento de Desarrollo Social del CUCSH, Ricardo Fletes Corona, quien moderó el encuentro con el académico, habló de la tendencia en el aumento del suicidio en nuestro país durante la pandemia.

En 2020 se registraron 673 suicidios más que en 2019, tendencia que se mantuvo en 2021, con 536 más. En la última etapa de la pandemia, en 2022, disminuyó el número de casos con 195 menos respecto al año anterior.

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