Willem Dafoe Soy un ciudadano del mundo

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Ser pacientes, pero no sólo esperar a que las cosas ocurran, es un mantra para el reconocido actor estadounidense Willem Dafoe, quien habló con los jóvenes asistentes de la primera Master Class de Talents Guadalajara, en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara.

Explicó que él no tiene una técnica particular en su trabajo como actor, sino que cada proyecto requiere de un proceso de reinvención.

“Algo maravilloso respecto a hacer películas es que cada una es diferente, entonces en cada una tienes que reinventar tu proceso, en el cual influye tu director y tus compañeros. Es uno de los grandes placeres de este trabajo, por eso llevo cuarenta años haciéndolo, por eso me gusta actuar, porque es misterioso y siempre cambiante”.

Para Dafoe trabajar en proyectos donde se involucran otras culturas es importante, porque le permite ser percibido de otra manera por el público, como un actor con fuerza y que sorprende.

Uno de estos proyectos, My Hindu Friend se proyecta en el FICG como homenaje póstumo a su director, el argentino Héctor Babenco, recién fallecido. 

La película, filmada en Brasil en el año 2015, es una ficción basada en la vida del propio director. Diego es un talentoso director de cine que encuentra muy difícil enfrentar el cáncer, por lo que está perdiendo a sus amigos y familiares lentamente. Su doctor y mejor amigo Ricardo, le da la noticia que tiene que hacerse un trasplante de médula ósea o morirá. Decide casarse con una bella mujer, Livia, antes de irse a Seattle a tomar su tratamiento; durante su estadía en esa ciudad conoce a un niño hindú, con quien juega a ser diferentes personajes y se cuentan asombrosas historias.

Dafoe expresó su cercanía con el director y lo gratificante que fue trabajar juntos. “Fue como trabajar con un director que volvió de la muerte. Me pareció ligeramente más sencillo personificar a Babenco por el hecho de que lo conocí, sin embargo fue complicado por el hecho de dar mi propia interpretación”.

Acerca de la película, dijo que “no es una biografía. Al dirigirla no se puede ser objeto inspirador de la propia obra. Hay elementos en mi personaje que podrían parecerse a lo que él pasó, pero es una historia de ficción, ya que me permitió interpretar el personaje desde mi perspectiva!.

Dijo que el tema de la película es profundo, muestra lo que comúnmente es la lucha contra el cáncer, añadiéndole ciertas peculiaridades del director. “Cuando grabé la película yo no sabía que su cáncer había vuelto, trabajar con él fue como hacerlo en circunstancias comunes”.

Dafoe afirmó que su trabajo como actor radica precisamente en no serlo: “Mis actuaciones preferidas regularmente son las en que no actúo, no aspiro a ser ese autor, busco convertirme en esa persona que está en el guión, justo como hice interpretando a Babenco”.

Mencionó lo difícil que es ser etiquetado como “cierto” tipo de actor: “Quiero ser percibido como un no-actor, aunque no siempre sea maravilloso, me encanta trabajar con otras culturas porque hace surgir ciertas cosas de la esencia y hace que se perciban de manera diferente”.

El actor estadounidense —quien recientemente participó en Opus Zero, una cinta rodada en San Luis Potosí—, ha dado vida a numerosos personajes en películas como To Live and Die in L.A., Platoon, Nacido el 4 de julio, La última tentación de Cristo, Mississippi Burning, Wild at Heart, Inside Man, Spiderman, American Psycho, Anticristo, entre otras.

Y habló también sobre su experiencia al filmar en México Opus Zero: “Cuando me ofrecieron el papel para participar en la película, y me comentaron que sería filmada en Francia, rechacé el papel, después, cuando volvieron a llamarme con la noticia de que sería filmada en México acepté, soy un ciudadano del mundo, la cultura mexicana es muy interesante”.

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