Un nuevo clásico

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Apenas estuvo un par de semanas en cartelera, relegada a las salas más pequeñas a pesar del tema automovilístico y los protagónicos de Ryan Gosling y Carey Mulligan, pero Drive se ha convertido ya en un clásico del nuevo siglo.
Los guantes de cuero, la chamarra de satín blanco con un escorpión dorado bordado en la espalda, el martillo y el palillo entre los labios son elementos de su imaginario que han pasado a ser materia de culto: los signos de Driver, el “Chofer”, el protagonista de una historia que lo tiene todo: amor imposible, negocios turbios, mafia, traiciones, secretos y una buena causa por la cual hacer sacrificios.
Gosling interpreta a un hombre de pocas palabras. Un tipo duro que trabaja en un taller mecánico y conduce autos para las escenas más difíciles y peligrosas de las películas hollywoodenses, un stunt. “El típico americano solitario y callado”, dice el productor en los clips extra de la edición en Blu Ray.
Driver no se mete con nadie, pero cuando se muda a un edificio de departamentos, conoce a Irene (Mulligan). Nada pasa, es un amor puro y que ni siquiera se dice, que rezuma en las miradas, pero cuya gracia se acaba pronto, cuando el marido de Irene sale de prisión, vuelve a casa y la mafia lo acosa para que les haga un “trabajo” en pago por la protección cuando estaba adentro, o irán por su familia. Así que Driver entra en el juego.
Llena de silencios y el paisaje de asfalto, palmeras y cielo azul de Los íngeles, las virtudes del filme empiezan con la primera persecución en coche, pausada, calma, inclusive lenta; además de otras innovaciones para este tipo de secuencias, sobre todo en lo que se refiere al enfoque: una se graba completamente desde el interior, y el choque cúspide de la más aparatosa queda registrado sobre el hombro de un pasajero por el vidrio trasero de un mustang robado.
Además, la música que envuelve la brutalidad explícita y la ternura insinuada de la historia se desliza sobre una electrónica indie y pop de lo más contemporánea, a cargo principalmente de Cliff Martínez. De hecho, el tema principal se ha convertido también en un clásico de por sí, “Real Hero” de College –un proyecto del músico francés David Grellier– en colaboración con Electric Youth.

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