Un código único e irrepetible

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Impreso en el 98 por ciento de los artículos producidos en nuestro país, el código de barras celebra sus 25 años en México facilitando los procesos comerciales y revolucionando la forma de hacer negocios entre clientes y proveedores.
«Este sistema de lectura de información se ha convertido en la fuente de eficiencia comercial más importante en la historia», dijo Miguel íngel Peralta, director de la empresa GS1 México, a CNNexpansion.com quien comentó que antes de la adopción de este estándar en México, las transacciones comerciales eran lentas, poco eficientes y sin control. “Cuando alguien quería comprar un producto en las tiendas de autoservicio tenía que esperar hasta que la cajera registrara manualmente la información y precio de cada uno”.
GS1 México, anteriormente llamada Asociación Mexicana de Estándares de Comercio Electrónico (Amece), representa en México a GS1 Global, organismo regulador de estándares más importante a nivel mundial. El código de barras es considerado por esta asociación como uno de los inventos más importantes y una de las tecnologías que más a impactado en la vida de las personas, ya que sus aplicaciones son infinitas y cualquier tipo de industria puede usarla.
Está basado en la representación mediante un conjunto de líneas paralelas verticales de distinto grosor y espaciado, las cuales, en su conjunto, conforman una determinada información. Sin embargo, en sus orígenes consistía en una serie de círculos concéntricos que almacenaban información del producto y podían ser leídos por un lector automático.
La historia del primer código de barras se originó en 1948, y se debe su creación al estadounidense Norman Woodland. Fue en su época como estudiante, en la facultad de tecnología de Drexel, cuando el propietario de una tienda de un supermercado se acercó a la universidad en busca de una solución que le ayudara con el trabajo. Después con algunas mejoras fue patentado en octubre de 1952, por el mismo Woodland y su compañero Bernard Silver.
GS1 Global considera que el código de barras es un símbolo de identificación único y preciso que cualquier producto necesita implementar para poder ser vendido en las cadenas comerciales, además de ser indispensable para conquistar nuevos mercados. Por ejemplo, el directivo de GS1 México señaló que uno de los sectores más beneficiados con el uso del código de barras es el sector salud, pues existían confusiones en la entrega de medicamentos, ahora los hospitales que cuentan con el sistema han reducido en 80 por ciento los errores administrativos y humanos.
También se obtiene mayor control sobre cómo se está vendiendo tu mercancía, agiliza la entrega y compra de mercancía a través de la automatización. El código es único e irrepetible porque no importa en qué país del mundo estés, el código de barras GS1 es válido, y es fácilmente leído por lectores como el láser, los omnidireccionales y las plumas.
Sin embargo, el fin del código de barras esta cerca debido a que se requiere de insertar más datos en los productos y el código de barras actual solo puede almacenar 20 dígitos. Para resolver este problema la solución es el diseño de etiquetas impresas con mayor capacidad de almacenamiento de datos, como el protocolo QR Code, que usa una combinación de puntos y rayas en un cuadrado para aumentar dicha capacidad hasta casi 4,300 símbolos alfanuméricos creado por el consorcio de organizaciones llamada Automatic Identification Manufacturers International.
Otra opción consiste en un pequeño circuito que, al ser estimulado por un pulso de radiofrecuencia, responde emitiendo datos como el modelo de producto, el lote, su costo, etcétera. Según la empresa de tecnología Digilogics, esta tecnología, llamada RFID (Radio Frequency Identification) permite “hacer inventarios sin sacar los productos de sus contenedores”.
Ante el desarrollo y los nuevos retos tecnológicos, cada una tiene ventajas y desventajas, solo queda esperar cual prevalece.

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