Tu héroe un libro

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Rubí tiene ocho años y está lista para ir a la FIL. Le gusta “devorarse” los libros y revistas, mientras su mamá revisa lo más reciente en derecho. Es una niña que por las tardes casi no convive con nadie, por el trabajo de sus padres, pero a pesar de ello es muy juguetona e inquieta y aprovecha los talleres de la FIL para conocer y platicar con otros niños. A ella le gustaría ser una princesa, tener un perro y leer todo el día.
Moni es una niña de 10 años. No le gustaba mucho leer, pero desde que conoció hace dos años la FIL, no se la pierde: va con sus compañeros de escuela y entra a talleres y muestras de cine y teatro. Dice que se “enamoró” de un payaso que le hizo reír mucho y otra vez quiere regresar.
No importa los motivos de su visita, sino que conozcan el circo de las palabras… el espacio para ellos. Paredes de colores, mesas y sillas cómodas, un pequeño teatro, una sala de lectura, el área para tomar un refrigerio… todo cabe en FIL niños: desde la pantomima, hasta ser periodistas o editores de un comic, desde artistas y actores, hasta que canten un cuento o sean ellos quienes cuenten el final… imagínese más de 1,500 actividades para los pequeñines y no tanto, porque hasta los papás tienen sus talleres de lectura para que motiven a sus hijos a disfrutar de ese mundo de las letras, explicó Miriam Vidriales, coordinadora general de prensa de FIL.
No hay pretexto para no ir con ellos. Ahí tienen su propio espacio. La “nana” será la guía de lectura, se alimentarán de imágenes, de caricaturas, de hojear y ver fotografías de otras partes del mundo, de cansarse de aplaudir y cantar en talleres personalizados, pues el cupo máximo es de 20 personas.
“Conocer a grandes autores y que les hablen en un lenguaje que puedan entender, es otro de los atractivos, pues Fernando del Paso, ganador del premio FIL 2007, los acompañará con pregones, refranes y adivinanzas”.
A quienes les gusta más la música, podrán cantar y componer su propio cuento e incluso conocer la obra de Gabriel García Márquez a ritmo gitano, en el taller Gabo y su maravilloso circo de gitanos, que hace honor al país invitado: Colombia.
Para los que les gusta el mundo de la información, INFOlectura, A. C., les preparó un súper taller, en el que hablarán de entrevistas, crónicas, titulares y hasta reportajes (niños de 10 a 12 años).
Esto es una pequeña probadita de lo que será FIL niños, que recibirá este año a cerca de 70 (cifra similar a la del año pasado). La mitad son alumnos de escuelas, cuya inscripción es muy fácil y ofrece grandes ventajas, como acudir a talleres y conferencias en grupo, además de la magia del recorrido, en el que pueden encontrarse con personajes de los cuentos y hasta crearlos.
Un festín para la imaginación, en que los 50 minutos para cada taller son cortos, donde se ríe, juega y se está seguro al mismo tiempo, donde los niños extraños se hacen amigos o hasta novios, donde las risas son carcajadas y los disparates una realidad… donde ser niño es tan hermoso como ser libre.
Abril, mamá de Rubí, está encantada. Su “gorda”, como le dice de cariño, ya no reprueba español: “lee bonito, entiende mejor las cosas y es más observadora”. Por lo menos van cinco días a FIL niños y por las noches platica maravillada: “que si el payaso se cayó, que le contaron un cuento de horror, que vio una obra de títeres como de calcetines, en fin”, al final por ser tan disciplinada tiene varios premios: comer en su restaurante favorito y comprarle algunos libros.
El objetivo de FIL niños se cumple cuando regresan, cuando quieren leer más, cuando hacen sus tareas con más gusto y abren sus libros no sólo para ver los dibujos, pero sobre todo, cuando los papás motivan a sus hijos a leer y luego a reflexionar y quizá hasta a compartir ese conocimiento.

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