Sealtiel Alatriste

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Sealtiel Alatriste atiende entrevistas en medio de una FIl que se desborda. Sin taza ni copa pero con incesantes interrupciones: ahora saluda a Carlos Monsiváis, ahora a Arturo Pérez-Reverte, ahora suena su celular… Por más de 12 años estuvo al frente de la editorial Alfaguara, fue cónsul de México en Barcelona y su padre es una leyenda del cómic en México. Recién ha presentado su novela, Labios pintados de carmín, una comedia de amor e infidelidad de ultratumba en la que interviene un intelectual apasionado, un viudo paranoico y un chino místico. Entre títulos de corte histórico como Conjura en la arcadia y El daño, o íntimo como Los desiertos del alma, éste es su segundo trabajo en el que la fantasía es el plato fuerte.

santomás

Como Labios pintados de carmín es una novela de corte fantástico, la Ciudad de México me imponía un realismo que no funcionaba, me resultaba un ambiente opresor. Así que me inventé una ciudad, Santomás, una mezcla de nuestra capital y Buenos Aires, una ciudad en la que me gustaría vivir. Esta novela tiene el estilo de las novelas fantásticas argentinas, es un homenaje a Bioy Casares, Julio Cortázar, Macedonio Fernández. Y una vez que la ciudad se llamaba Santomás pude desarrollar esta trama de fantasmas, que colinda con el erotismo de una manera sorpresiva, con un lenguaje muy directo y claro. El año próximo voy a escribir otra novela breve también ambientada en Santomás, me parece un ámbito literario que me funciona y al cual voy a dedicar todavía algunos temas

tan pordiosero el cuerpo

Es una novela a la que le tengo mucho cariño. Con ella descubrí sitios aparentemente comunes pero que encierran la posibilidad de encontrar otras cosas: un edificio donde vive un tipo que hace retablos para agradecer a Dios, pero que va tejiendo una atmósfera de favores divinos con el objetivo de matar a una persona. Escribirla me divirtió mucho pues acababa de salir de una operación muy grave.

jornada

Escribo muy temprano. Me levanto a las seis o seis y media de la mañana y empiezo a escribir a las siete y media u ocho, hasta las once. Entonces ya me voy a trabajar. Todos los días. Excepto los fines de semana. Pero mi jornada de trabajo siempre comienza escribiendo, lo cual me da mucho gusto.

capitán

Ruy [Pérez-Reverte] y yo somos como hermanos. Un día estábamos en una cantina y por cariño me dijo “Vamos a hacer un espadachín con tu nombre”. Es como un juego entre los dos. Tiempo después me llamó para decirme que ya lo había hecho y yo le propuse publicarla. A la primera presentación vinieron 20 personas. Empezamos el trabajo desde abajo, él como autor y yo como editor. Al cabo del tiempo ha tenido un éxito brutal. Todo eso nos unió.

olfato

Sí, tengo olfato. Eso no quiere decir que no me haya equivocado, de hecho me equivoqué. Ahora ya no me dedico al mundo editorial, pero estoy contento con el trabajo que hice en Alfaguara y Taurus, porque fue un diseño cultural empresarial que ha funcionado y que lo sigue manejando Fernando Estévez.

universidad

Me siento honrado de ser coordinador de difusión cultural de la UNAM. Una de las cosas que quiero hacer es que la cultura universitaria no dependa solamente del presupuesto universitario. Buscamos un sistema de patrocinios, apoyos y publicidad porque necesitamos otros ingresos, y la cultura tiene forma de obtenerlos. Por ejemplo, la taquilla no se ha subido: si llenamos los teatros tenemos más ganancias. También acabamos de abrir el Museo Universitario de Arte Contemporáneo, y en la primera semana entraron 25 mil personas. Ahora es gratuito, pero el próximo año tendrá un costo de 30 pesos. Queremos darle una racionalidad financiera a la coordinación. No se trata solamente de conservar la calidad de nuestros eventos, sino de hacerlos llegar a un público mayoritario, universitario y no universitario.

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