Ricardo Villanueva Lomelí una rectoría cercana a la comunidad

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Una rectoría de menos protocolo y más cercanía. Ese será el estilo del nuevo Rector General de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva Lomelí, quien desde semanas antes de su toma de posesión comenzó a recorrer la Red Universitaria para conocer el pulso de la institución desde adentro.

Todo con el fin de iniciar un proceso de repensar a la institución para que responda a las nuevas necesidades. Lo que incluye la creación de nuevos centros universitarios, para los cuales, informó, ya se están evaluando algunos terrenos gracias a las reuniones que sostuvo con presidentes municipales de la Zona Metropolitana de Guadalajara.

 

¿Cuál será el estilo de rector de Ricardo Villanueva?
Quiero un estilo de mucha cercanía con la comunidad, con estudiantes, con los trabajadores administrativos, operativos y profesores, con los investigadores, con todos los sectores. Sé que me toca un trabajo de representación, y lo haré, pero procuraremos tener una rectoría más en las escuelas y menos en presídiums. Yo creo que tenemos que hacer un trabajo para reducir asimetrías, para enfocar el presupuesto a donde más se necesite y eso sólo se puede saber si vas a las escuelas. Si acercas a las comunidades y las escuchas. Trataré de quitar protocolos, y más cercanía.

 

Dentro de esta cercanía se ha estado realizando un Diagnóstico Universitario, ¿en qué consiste este gran ejercicio?
Justamente en eso. Es comenzar a tomar decisiones de futuro. Eso incluye presupuesto, una reingeniería de la administración central, el replanteamiento de la oferta educativa y queremos fortalecer las tareas sustantivas. Este diagnóstico empieza con una gira, donde estamos dialogando con la comunidad de profesores, trabajadores administrativos, operativos, estudiantes y, a los directivos, dedico a cada uno una hora, en cada escuela, para escuchar de viva voz lo que ellos necesitan. Además un equipo entra a los planteles a revisar salón por salón, aula de cómputo por aula de cómputo, cada pintarrón, cada butaca, estamos revisando las condiciones de los planteles para que el presupuesto 2020 sea un presupuesto quirúrgico para resolver los problemas básicos. Debemos tener un piso parejo en todas las escuelas y a partir de ahí empezar a pensar en otro tipo de proyectos. La idea es que el de 2020 va a ser un presupuesto que disminuya asimetrías de infraestructura y asimetrías académicas. Vamos a  invertir en el semestre cero para los estudiantes de bachillerato, los del calendario “A” que se tienen que esperar hasta enero para entrar a la preparatoria, vamos a apostarle a tener un curso de nivelación, de pensamiento lógico matemático y expresión oral y escrita. Se trata de resolver asimetrías en la infraestructura, en lo académico y en el presupuesto.

 

Derivado de estos diálogos con la comunidad universitaria, ¿cuáles son las inquietudes, los temas que ha encontrado?
Desde un transformador en la Prepa de El Tuito, que necesitamos cambiar para que puedan usar los aires acondicionados y las computadoras, hasta muros perimetrales que nos faltan por terminar, o el drenaje de la Prepa 17 o la de El Salto. Los salarios de los profesores, la estabilidad laboral, las plazas de tiempo completo que vamos a exigir a la federación que ya se nos reconozcan y se nos otorguen. Desde cuestiones de infraestructura hasta cuestiones académicas. Pasando por condiciones de nuestros trabajadores, como la dignidad de los comedores. En los espacios donde la comunidad está, estamos revisando uno por uno.

 

Usted ha hablado previamente de que es tiempo de un corte de caja, rediseñar y repensar a la UdeG,  ¿qué nos puede decir al respecto?
Es también el replanteamiento como lo hice ante el Consejo General Universitario, de pensar que los campus temáticos ya no nos resuelven; a nivel científico a nuestros investigadores, y el roce de las disciplinas, del derecho con la economía, de la medicina con la tecnología, es evidente. Es un rediseño de nuestra lógica educativa, para tratar de llegar a la trandisciplinariedad y a una oferta educativa diversa a una Zona Metropolitana de Guadalajara que ha crecido muchísimo y que cada vez dificulta más a los jóvenes trasladarse de un lado a otro. Vamos a ir a cuestiones de fondo, pensar en los centros multitemáticos y acercar la oferta educativa a los rincones de la Zona Metropolitana.

 

En su tiempo anunció que buscará crear nuevos centros universitarios en Zapotlanejo, Chapala y Tlajomulco, ¿cuál será la ruta para ir cristalizando esos proyectos?
Ya he venido trabajando con la presidenta de Tlaquepaque (María Elena Limón), con el presidente de Tlajomulco (Salvador Zamora), para el tema de los terrenos. Hay algunas propuestas que ya se están evaluando. En estos meses he venido trabajando con los alcaldes para estos proyectos. Es evidente que en estos municipios urge acercar la oferta educativa. Para un estudiante de Tlajomulco, llegar al CUAAD son tres horas de ida y tres de regreso.

¿Cómo será la relación con las autoridades estatales, nacionales y también con asociaciones de universidades y organismos internacionales?
Hay que vincularnos mucho. El trabajo de internacionalización lo vamos a seguir fortaleciendo con convenios. Yo creo que todas las universidades públicas del país tenemos que trabajar fuerte con la ANUIES, porque hay poca claridad en la postura que se tiene, en ocasiones, del gobierno federal hacia las universidades públicas, entonces tenemos que trabajar muy unidas todas las universidades para la defensa de la autonomía y del rol social de las universidades.

¿Cuál será la ruta a seguir para continuar con el fortalecimiento de la defensa a los derechos humanos de la comunidad universitaria?
Vamos a seguir fortaleciendo con áreas de orientación educativa, atención psicológica en los planteles para detectar a tiempo todos los problemas. Debemos tener mucha sensibilidad y tenemos que fortalecer el marco normativo; es evidente que se ha visto rebasado por casos de violencia y, en específico el acoso, ha sido un tema que evidentemente las mujeres han llegado al extremo de encontrar sólo en las redes sociales un lugar en donde puedan manifestar desesperadamente ese grito de “Ya basta”, y “No es no”. Y creo que en la Universidad debemos ser muy claros: cero tolerancia a cualquier tipo de violencia, en específico al acoso. Tenemos que mover el marco normativo, fortalecer las instituciones que hemos creado, como la figura de ombudsman, y garantizar cero impunidad a los acosadores.

 

¿El renglón de cultura y deporte en la Universidad cómo se atenderá?
Con lo que dije al final de mi participación ante el Consejo: en una universidad no todo sucede en el aula, hay cosas que hacemos fuera del aula, la cultura, el deporte, toda esta formación integral, como lo hemos hecho en CUTonalá, el 20 por ciento del campus son aulas y el resto son espacios donde formamos seres humanos, no solamente profesionistas. Entonces queremos una universidad en la que formemos humanos en toda la extensión de la palabra.

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