Nuevo huso literario

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Si la literatura es esa cascada de hilos verticales que se mezcla con la vida de cada persona, se requiere de un huso, ágil como un disparo, certero, para formar un tejido completo. Si la literatura es, como Borges dijera, “una forma de la felicidad”, la crítica es nuestro colorido y entreverado mapa para entrar al parque de diversiones.
Muchas revistas de crítica literaria han intentado establecerse como líderes de este mercado en la última década; pocas son las triunfantes. Aquellas que no han perecido en sus principios o se han deformado bajo el peso de su propia presunción, sobreviven únicamente a razón de establecerse en un campo ambiguo, mezclando en sus páginas información que raya más en lo político y en lo social que en lo puramente literario y artístico.
Éste no parece ser el caso de Husocrítico, publicación editada por el Centro Universitario de los Lagos, de la Universidad de Guadalajara, que se define a sí misma como “una revista trimestral de ciencia, reflexión, filosofía, arte y cultura”. Con su periodicidad casi estacional, semejante a la de una de sus competidoras más fuertes, la revista Replicante, Husocrítico logra posicionarse como uno de los medios de divulgación más centrados y menos pretenciosos del ámbito literario en los últimos años.
Ya en su quinto número, sus páginas se encaminan por el buen sendero del hablar de las plumas de renombre, como la de Joyce o la de Borges, pero sin dejar fuera las de otros artistas más jóvenes. Así pues, encontramos dentro de las secciones de la revista un artículo sobre Sergio Pitol, Elizondo o Akutagawa, podemos también leer sobre la obra pictórica de Naomi Rincón Gallardo o reencontrarnos con fragmentos de la literatura perdida de Marguerite Yourcenar.
Lamentablemente esta joven revista, hecha por principio para todos, se encuentra aún lejos del alcance de las librerías y los puestos de revistas a escala nacional, pues sólo cuenta con puntos de venta dentro del área de Lagos de Moreno y en el Distrito Federal. Por suscripción tiene un costo de 150 pesos anuales (envío incluido) para los residentes dentro de la República Mexicana y 450 pesos para aquellos que se encuentran lejos del país; puede solicitarse directamente en la página de internet.

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