No hay salud sin vialidad

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La construcción del macrobús podría incrementar los niveles de contaminación y muy posiblemente las enfermedades respiratorias graves entre la población que radica en la parte centro y sureste de la ciudad.
Por varios años, las colonias de Tlaquepaque, Tonalá, Miravalle, Las íguilas y Centro en Guadalajara han sufrido altos índices de polución, lo que podría agravarse con la puesta en marcha del sistema de ruta de transporte, que recorrerá toda la Calzada Independencia y la Avenida Gobernador Curiel.
En entrevista, el académico de la Universidad de Guadalajara, Hermes Ulises Ramírez, quien ha realizado estudios sobre la incidencia de sustancias tóxicas en el aire de la ciudad, señaló que las autoridades “han tenido muy poca visión en el tema del transporte público, porque si le hubieran apostado a uno mucho más limpio en décadas pasadas, ahora tuviéramos un sistema eficiente y que no contaminara”.
El investigador del Instituto de Astronomía y Meteorología de la UdeG mencionó que es indispensable apostar por más rutas de autobuses eléctricos o del tren ligero para aminorar el nivel que han alcanzado los contaminantes en esta parte de la ciudad.
Y es que esa área urbana, la zona sur, por factores orográficos y meteorológicos, se convirtió en una especie de contenedor de la mayoría de los contaminantes que hay en toda la ciudad. “Ahí tenemos las inversiones térmicas más altas todos los días del año porque es el límite de la barrera. La gente que vive ahí lo único que respira es partículas contaminantes. Si no tuviéramos el cerro del Cuatro, esas sustancias podrían esparcirse sin ningún problema”.
Ramírez coordinó un monitoreo ambiental desde el año 2000 al 2005, en el que estudió la relación entre niveles de polución y la incidencia de enfermedades respiratorias graves en menores de cinco años. Entre sus conclusiones destacan que existe una relación entre las zonas más contaminadas y el número de consultas por afecciones de las vías respiratorias en las clínicas cercanas a ellas.
De las 65 unidades médicas del sector salud incluidas en la investigación, aquellas a donde llegan mayor cantidad de consultas por enfermedades respiratorias graves son las del sureste de la ciudad y la que se sitúa en Belisario Domínguez, cerca del centro.
En seis años fueron contabilizados un promedio de 280 mil casos de enfermedades respiratorias agudas en niños. Las clínicas con mayor número de consultas de esta índole fueron la 48, en Avenida Circunvalación; la 34 en la calle 18 de marzo y la 92 en Miravalle. “Todos sabemos que la mayor cantidad de contaminantes se encuentra ahí y se refleja en enfermedades respiratorias. Esto fue sólo una muestra, pues si hubiéramos incluido datos de la atención médica privada y a sectores de población con más edad, la incidencia de enfermedades hubiera incrementado de manera importante”.
El universitario señaló que es indispensable apostar a la educación ambiental, elemento en el que los gobernantes han trabajado muy poco.
La investigación realizada por Ramírez derivó en la publicación del libro Evaluación de eventos climáticos extremos y su impacto en la salud en América Latina, donde incluye además un estudio realizado en Buenos Aires, Argentina. La obra fue presentada en las instalaciones del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías el pasado 11 de septiembre.

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