Martín Trejo e Isabel Baena

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Los estudiantes de la Universidad de Guadalajara, Juan Martín Trejo Arellano y María Isabel Baena Amador, junto con 13 alumnos de la Universidad Nacional Autónoma de México, lograron el tercer lugar en la Competencia Internacional de Máquinas Modificadas Genéticamente (iGEM, por sus siglas en inglés).
En dicho certamen, efectuado en noviembre pasado, en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, en Estados Unidos, participaron 84 equipos de diversas universidades de 21 países, como Estados Unidos, Japón, Eslovenia, Inglaterra y Francia, entre otros.

¿Cómo fue su inclusión en el proyecto?
(Martín) Tengo una hermana [Minerva Trejo] que estudia la licenciatura en Ciencias Genómicas de la UNAM, en Cuernavaca. Me invitó a elaborar un plan de trabajo y cotejarlo con el de ingenieros del TEC de Monterrey. Por cuestiones de economía y porque les agradó el trabajo que proponíamos, nos invitaron a integrarnos al equipo.
¿A partir de cuándo inició el trabajo y en qué consistió?
(Martín y Minerva) Inició en abril del 2008. El proyecto se trataba de modificar genéticamente bacterias Escherichia colli, para establecer un control que permita manipular la entrada y salida de sales de níquel. Al trabajo nos unimos hasta septiembre y nos correspondió diseñar un censor bioinstrumental que permitiera trabajar con organismos vivos. Mediante ecuaciones y fórmulas fue correlacionada la cantidad de bacterias y la concentración del níquel. Con esta segunda etapa del estudio apoyamos en sustentar las teorías, cálculos y modelos matemáticos, que desarrollaron los estudiantes de la licenciatura en ciencias genómicas.

Este tipo de proyectos ¿qué aplicaciones tienen a futuro?
(Martín y Minerva) Tiene posibilidades para bioremediación, es decir, para limpiar aguas residuales a través del control de bacterias. La meta es que puedan absorber níquel y otros componentes nocivos como plomo o mercurio. Estos aspectos están en fase experimental.

¿Qué les deja este proyecto?
(Martín y Minerva) Mucha satisfacción de haber participado. Incluso haber colaborado con estudiantes de la UNAM. Fue un trabajo muy pesado, porque en ocasiones trabajamos días y noches, pero nos deja una muy buena experiencia.

¿Cuál fue la participación de los asesores?
(Martín y Minerva) Los asesores de la segunda parte del proyecto fueron los académicos de la UdeG, Guillermo García y Jorge Flores. La idea de todo esto es motivar la integración de los jóvenes en proyectos científicos. Además de apoyarlos en la parte técnica y buscar recursos económicos para que logren la movilidad y tengan una visión diferente. Es parte del trabajo que debe realizar un investigador y, sobre todo, empezar en la licenciatura con proyectos multidisciplinarios, como en este caso en áreas de electrónica, computación y genómica.

¿Qué les ha dejado este proyecto y cuáles son sus planes inmediatos?
(Martín y Minerva) Deja muchas satisfacciones el que tu trabajo sea bien visto en otros lugares y en otras disciplinas. Este resultado nos impulsa a seguir estudiando. (Isabel) Quiero estudiar una maestría en el área de instrumentación. (Martín) Me interesa mucho seguir con mis estudios, una maestría en control automático y quizá un doctorado en el área de robótica. También me gustaría aplicar mis conocimientos, que no se queden en mi cabeza y que tengan utilidad.

Primera persona

Juan Martín Trejo Arellano, de 22 años y María Isabel Baena Amador de 23 años, ambos mexicanos, son estudiantes del décimo semestre de la carrera de Ingeniería en Comunicaciones Electrónica de la Universidad de Guadalajara.

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