Manual para cronistas

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“La sociedad no siempre sabe por qué una nota es primera plana y por qué no. A lo mejor, si nosotros se lo platicamos, podemos hacer que la gente no nos vea como sus enemigos”.
Con esta idea Andrés Solís ílvarez, el director online del sitio web Periodistas 3.0 y de la revista Los periodistas, expresa las ganas de ofrecer una herramienta para el público en general, que también está hecha por periodistas para periodistas. La revista mensual que estrenó su primer número en mayo, llega con el objetivo de formación, guía y acercamiento de la sociedad a una realidad que difícilmente percibe en las noticias de todos los días. Una probada de lo que pasa por la mente de los que informan.
La web y la edición impresa son independientes, tanto que tienen nombres difrerenciados. “No nos podíamos quedar sólo con una revista impresa. Era demasiado convencional y necesitábamos generar un producto paralelo, que no es la versión en línea de la revista ni viceversa. Lo que hacemos son dos productos distintos con el mismo concepto, para empezar a discutir sobre qué está pasando con los medios. (…) No hay un vacío de publicaciones para periodistas, lo que hay se hace en sentido académico. Esto es algo de periodistas que estamos en activo y que sabemos cómo pensamos. Que sin dejar de lado la parte académica podamos criticarnos la forma en cómo reporteamos. En esa parte sí había un vacío, no había quién lo discutiera”.
Periodistas 3.0, la web, crea una sociedad que ofrece servicios de capacitación para periodistas, para no periodistas y para medios. Busca, además, que exista una asesoría legal para periodistas que son objeto de amenazas o intimidación. Para esto cuentan con el respaldo de organizaciones como La Casa de Derechos de los Periodistas, el Centro de Periodismo y Ética Pública (Cepet) y Reporteros sin fronteras, entre otras.
Con respecto a la invitación hecha en la revista para la presentación de trabajos que no hayan visto la luz, Solís comenta: “Como la mayoría de los empresarios de medios no son periodistas, no les importa cortarle la cabeza a alguien con tal de no perder sus ingresos monetarios. Nosotros no sólo queremos dar a conocer las historias censuradas, sino los porqués de la censura. Que le permita a la audiencia saber qué pasa en los medios de México”, y agrega la siguiente percepción: “En general la sociedad cree que los medios manipulamos la información, mentimos y tenemos un interés comercial por encima de lo informativo. Si nos clavamos en hacer un periódico más humano y con más respeto a los derechos, la sociedad verá una manera distinta de hacer periodismo”.
Heriberto Rodríguez, subdirector de fotografía e imagen, señala lo que quieren realizar respecto a la redignificación de la labor del fotoperiodista: “Hay una crisis en los medios en la cuestión gráfica. Muchos periódicos se dedican a ilustrar las planas con fotografías de conferencias de prensa y de políticos, y no a contar historias gráficas de la gente. Hay una cantidad de fotógrafos que están buscando expresarse. Yo le estoy apostando a impulsar a esos jóvenes que no tienen esos espacios o que están limitados en los medios”.
La publicidad es un tema espinoso para una publicación que no quiere deber favores, pero que necesita de tinta a color todos los meses en sus 64 páginas. “Le estamos apostando a la publicidad menos convencional. No queremos ir con la oficial. Creo que los medios se quieren dividir la rebanada de un pastelote comercial inmenso”. Agrega: “Nosotros somos los periodistas, nosotros vamos a contar las historias, no a ir a vender publicidad. Si queremos hacer un cambio de paradigma en el periodismo mexicano, también lo tenemos que hacer en la práctica y decir a la audiencia qué es publicidad y qué información”.
En la edición de junio, que tiene como tema central el periodismo hecho por mujeres, el lector encontrará temas como la historia de Lilia Hernández, primera fotorreportera en México y un especial sobre lenguaje y género en los medios de comunicación.
Una revista que critica abiertamente, que no hace alianzas por conveniencia y que su único objetivo es comprometerse con lo que hacen esos que cuentan lo que pasa todos los días.

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