Desde 1960 han ocurrido 12 cataclismos en el mundo que han ocasionado más de 257 mil muertes. En los últimos seis años han sido seis sismos seguidos de tsunamis en diferentes partes del mundo, lo cual a decir del investigador del Departamento de Geografía de la Universidad de Guadalajara, Luis Valdivia Ornelas, “es una anomalía la frecuencia tan seguida de estos mega cataclismos”.
“Que en menos de seis años se registren eventos tan seguidos, que deberían de ser esporádicos, cada 500 años, quiere decir que todavía no entendemos realmente los mecanismos que originan estas mega catástrofes”.
En el caso del tsunami ocurrido el 11 de marzo en Japón, el cuál ocasionó más de 15 mil muertes, el investigador de la UdeG comentó que ello demostró que dicho país no estaba preparado para enfrentar estos eventos.
“En Japón se tenían documentadas olas de tamaños parecidos a las que se registraron, unos diez metros, pero llegaron olas de mayor tamaño y dejaron de funcionar todas las barreras de protección. Si no hay un trabajo de fondo que te permita documentar cuál es el peor escenario ante un fenómeno natural y se hacen obras, acciones y políticas de protección civil en función de un escenario menor, la gente queda más expuesta y se producen mayores desastres”.
Añadió que recuperar información sobre lo que nos ha sucedido como sociedad fortalece la prevención. “Es importante estudiarlos, entenderlos y conocer los mecanismos que lo originan, así como las zonas que son impactadas por esos fenómenos por el tema de protección civil”.
La ola verde
Quedó registrado en los archivos del National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA), el descubrimiento de los especialistas del Departamento de Geografía, Luis Valdivia y Rocío Castillo, así como la egresada de la licenciatura en Geografía del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), Mariana Estrada Trejo.
Hace año y medio dieron a conocer que el 3 de junio de 1932 a las 4:38 horas se registró un terremoto de 8.2 grados de intensidad en la costa mexicana del Pacífico y provocó un tsunami con una ola de entre 10 y 15 metros, que ocasionó importantes daños en las costas de Jalisco. Por lo que el antiguo poblado de Mismaloya quedó parcialmente cubierto por arenas, el agua entró hasta ocho kilómetros y la línea costera se deformó.
Los académicos presentaron archivos originales, notas de periódicos y entrevistas que realizaron sobrevivientes al evento en el Congreso de la Unión Geofísica Americana y lo sucedido quedó archivado como uno de los tsunamis más importantes de México.
“Este hallazgo traerá nuevos escenarios de riesgo y más precisos, principalmente para las costas jaliscienses y serán referentes en nuevos estudios que se hagan de tsunamis en el mundo y particularmente en la república mexicana”, indicó Valdivia Ornelas.
