La imagen del indio

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Dos exposiciones fotográficas que está presentando el Instituto Cultural Cabañas nos conducen en un recorrido de imágenes por la historia y tradiciones de México hasta la mitad del siglo XIX, a través de retratos de indígenas de todo el país.
Organizadas en el marco del Festival de Mayo y en particular del Encuentro binacional de culturas indígenas Estados Unidos-México, las muestras “Carl Lumholtz. Imágenes del siglo XIX” y México, un siglo de fotografía indígena, ambas pertenecientes al acervo fotográfico de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas CDI, constituyen un precioso e invaluable testimonio visual, pero al mismo tiempo, histórico y artístico sobre los contextos y las costumbres de los pueblos originarios del país.

El explorador noruego
Carl Lumholtz, nacido en Noruega en 1851, viajó a México en diferentes ocasiones entre 1890 y 1910. Convivió con diferentes etnias del norte y centro-occidente del país: coras, tepehuanes, pima bajo, huicholes, nahuas, seris, purépechas, yaquis y especialmente tarahumaras, entre las cuales permaneció más de un año.
Además de explorador y fotógrafo, fue un importante antropólogo, precursor de la investigación indigenista en el occidente de México. En sus expediciones complementaba las imágenes con notas e impresiones de los lugares y los pueblos que conocía. En el caso de México, esto dio vida a su obra México desconocido, aparecida en dos volúmenes en 1902, en que describe las etnias indígenas con las que entró en contacto en sus viajes.
Las 30 piezas fotográficas expuestas en el Cabaña registran el entorno natural y los paisajes en que vivían los indígenas, como sus símbolos, artesanía, fiestas y celebraciones tradicionales. Una pequeña probadita de la invaluable memoria histórica y fuente de inspiración que la obra del explorador noruego ha representado para la investigación etnológica, pero también para el naciente arte fotográfico.

Cien años de indígenas
México. Un siglo de fotografía indígena incluye 140 imágenes de 49 artistas que retrataron pueblos indígenas del país entre 1887 y 1987. Por su heterogeneidad de visiones y épocas, esta exposición ofrece una visión crítica de cómo la sociedad mexicana miró a los indígenas a lo largo de este periodo, pero al mismo tiempo de cómo se veía a sí misma.
Exhibe distintas concepciones políticas y sociales que reflejan las diferentes épocas que vivió México y en que estaban insertados los fotógrafos, que influyen en la concepción misma de la fotografía como expresión artística, pero también como instrumento a la vez ideológico, científico y artístico.
El recorrido está subdividido en cuatro partes, que se refieren cada una a una época específica. La primera, que abarca la última década del siglo XIX y los primeros años del XX, muestra el trabajo de fotógrafos extranjeros que llegaron a México con una visión romántica del nuevo mundo, exótico, atraídos por sus paisajes vírgenes y sus pueblos originales.
También es posible captar la labor de los fotógrafos mexicanos que asimilan la postura porfirista de mostrar a México como un país occidentalizado, donde el indio no existe. Los indígenas por este motivo son retratados en ambientaciones burguesas, extraídos de sus contextos naturales.
La segunda época se refiere al periodo de la caída del porfiriato y la revolución. Los indígenas principalmente son retratados como protagonistas de la lucha armada, tanto del bando federal como de los rebeldes.
Los años que van de 1920 a 1960 constituyen la tercera época, en que se manifiesta la creatividad y la búsqueda del alma mexicana. El indígena es plasmado como símbolo de nacionalidad, pero también nace una fotografía comercial, que pretendía convertir lo sustantivo y tradicional en folclor vendible hacia el exterior.
El último periodo es más amplio y heterogéneo. Inicia en los años del “milagro mexicano”, del crecimiento en los años 60, en que se verifica un rompimiento con la visión complaciente y paternalista hacia el indígena, para desarrollarse en las sucesivas dos décadas, en que la fotografía fue tomada como vía de conocimiento social y arma de denuncia de las condiciones en que vivían estos pueblos.
Algunos de los artistas que forman esta muestra son Fernando Benítez, Hugo Breheme, Tina Modotti, Miguel Bracho, Walter Reuter y Vida Yovanovich.
Estas dos exposiciones fueron inauguradas el 16 de mayo y permanecerán en el Instituto Cultural Cabañas hasta el 30 de junio.

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