La contaminación invisible

1756

Día a día nos damos cuenta un poco más sobre el estado degenerativo del ambiente a escala global; el calentamiento, las emisiones de gases a la atmósfera y otros más medios de contaminación toman fuerza y se vuelven parte de las conversaciones y puntos de interés de los ciudadanos. A todos los temas ya conocidos uno más que por su carácter invisibilidad es menos tratado que los demás, es la contaminación electromagnética.
¿Qué es la contaminación electromagnética? Es conocida también como electropolución, y se refiere a la contaminación producida por radiaciones del espectro electromagnético producto de aparatos eléctricos usados en las actividades humanas y las radiofrecuencias (telefonía celular, estaciones de radio, redes inalámbricas, étc). Cabe destacar que hemos estado expuestos a esta radiación a lo largo de la historia humana, ya sea por el sol, los rayos cósmicos, el campo electromagnético de la tierra, el corazón y otras fuentes de radiación naturales. Sin embargo, por la alta proliferación de las actividades humanas y el uso de tecnología, el aumento de la radiación es inminente.
Atendiendo a la exponencial crecimiento del interés público y científico, la Universidad de Guadalajara a través del proyecto REMOARENI (Red de monitoreo ambiental de la radiación producida por las emisiones No Ionizantes) que es también auspiciado por el CoecytJal (Consejo estatal de ciencia y tecnología Jalisco),  cuyo propósito es crear, en primera instancia, una simulación de la red de monitoreo, para después buscar su materialización. Todo esto incluye una serie de mediciones de los campos electromagnéticos cercanos a las estaciones base, la creación de un sitio web que proporcione información en tiempo real, la conformación de una asociación nacional dedicada al tema y toda una campaña de información y concientización sobre el tema, que incluirá publicaciones en medios electrónicos e impresos y finalmente aportar en el proceso de creación de la Norma mexicana referente al tema. Esta red se asemejaría a la red de monitoreo ambiental de la calidad del aire que ya existe en la ciudad. Otra de las misiones de este proyecto es verificar si las empresas que proveen servicios de comunicación están respetando los estándares internacionalmente aceptados.
El estudio que llevamos a cabo se enfoca en la radiación no ionizante, que es aquella que no provoca una ionización en los átomos. La ionización rompe los lazos entre los electrones y el átomo, lo cual provoca su dispersión y las consecuentes repercusiones en las moléculas y en la salud, en forma de tumores y malformaciones. La radiación no ionizante, en palabras llanas, produce calor. Este calor, a partir de cierta barrera puede producir una ionización indirecta, con sus respectivas consecuencias sobre la salud. Algunos ejemplos de radiación ionizante son las sustancias radiactivas y los rayos X.
A través de nuestra investigación, nos dimos cuenta de que nuestro país carece de una NOM (Norma mexicana) que regule estas emisiones, sólo existe un anteproyecto, NOM-126. Si bien existe una legislación clara para la instalación de antenas y equipos, no se ha publicado esta NOM, ya sea basada en un estudio producto de una investigación nacional o adaptando un estándar internacional como el del ICNIRP (Comisión internacional sobre protección de la radiación no ionizante), que es el estándar más aceptado mundialmente y que en muchos países es incluso reducido 200 veces, como es el caso de Bélgica, o se aplica en un 70 por ciento en Grecia, por ejemplo, todo esto con el fin de proteger más a la población de los posibles efectos negativos en la salud. En el caso de Grecia, esta reducción se baso en la implementación de una red similar a la que pretendemos tener en la ZMG.
El estudio de estas frecuencias es muy importante para el desarrollo integral de un país como el nuestro, que cuenta con una gran infraestructura de telecomunicaciones y donde la penetración de servicios es de más del 50 por ciento de la población, lo que equivale a más de 60 millones de teléfonos móviles activos en todo el país.
Cabe mencionar que no hay estudios conclusivos en este respecto, y mientras algunas agencias afirman que el uso del móvil ha desarrollado tumores cerebrales y hasta en el oído donde se coloca el celular comúnmente, existen otros, como un documento alemán liberado recientemente, que los efectos no son claros y va más allá al afirmar que los síntomas que se presentan en personas que viven cerca de estaciones base de telefonía celular, como el insomnio, dolores de cabeza, etc., se deben al estrés provocado por la creencia de que vivir cerca de estas instalaciones afecta el sueño, la audición y produce jaquecas.
El acercamiento que proponemos se basa en tomar precauciones ante lo desconocido. Falta mucho para que existan conclusiones, pues hay muchos factores (tiempo de exposición, posición, edad, grupo étnico, historial médico, étc.) en la determinación del perjuicio de esta tecnología y no debemos olvidar la presión de una industria tan poderosa, como lo es la de las telecomunicaciones.
Recordemos que una sociedad informada, es una sociedad más protegida. Para más información sobre el proyecto REMOARENI e informaciones internacionales sobre el tema, no duden en acudir al blog:
http://proyecto-remoareni.blogspot.com/
De igual manera, invitamos a la comunidad universitaria al diplomado internacional sobre contaminación Electromagnética: efectos sobre la salud, control de la exposición y medida de campos electromagnéticos. Consulten el blog y pregunten por descuento para estudiantes y maestros.

*Proyecto REMOARENI
Departamento de Sistemas, CUCEA

Artículo anteriorKarla Sandomingo
Artículo siguienteDictamen de admisión SEMS ciclo 2010-A