Juan Manuel Ávalos González

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Juan Manuel Ávalos González, egresado de la generación 2014-2016, de la maestría en Comunicación, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), obtuvo el primer lugar en el concurso nacional de tesis del Instituto Mexicano de la Juventud.

Su proyecto se titula “Activismo político contemporáneo. Acción colectiva, jóvenes y tecnologías comunicativas en Guadalajara”, dirigido por el doctor Guillermo Orozco, en el que explora el “proceso de potenciación de las acciones colectivas a partir de la apropiación de internet y las tecnologías comunicativas”.

El mérito de este trabajo es que pone a la comunicación en el centro de la reflexión. “Previo a la maestría elaboré trabajos sobre jóvenes y política, y con esta tesis me interesaba saber cómo se da la participación de ellos en un contexto con presencia de tecnologías comunicativas. Con estas herramientas logran organizarse y convocar a movilizaciones en calle, pero también se relacionan con activistas de otras urbes, como por ejemplo la Ciudad de México; y el segundo punto es la capacidad de disputar significados en torno a los conflictos sobre los cuales se manifiestan”, detalla Ávalos, quien actualmente es profesor de tiempo completo en la Universidad Iberoamericana de Tijuana, Baja California.

¿Qué movimientos estudiaste para tu tesis?
En este caso me tocaron tres momentos entre 2012 y 2015: #YoSoy132, las protestas por la Ley de Telecomunicaciones y por lo ocurrido en Ayotzinapa. En estos tres casos, Guadalajara fue un nodo importante. Entrevisté a jóvenes de entre 18 y 29 años que participaron y realicé observación en las manifestaciones.

Analizas también cómo el activismo juvenil se convierte en un contrapeso político a las versiones de las instituciones y los viejos medios de comunicación…
Así es. Se analiza su capacidad de producir contenidos y ponerlos a circular, y contrarrestar la cobertura de medios tradicionales y las posturas de actores políticos. Un caso concreto es el de Másde131ITESO, que participaba en la resistencia ciudadana por Ayotzinapa, y que elaboró un video para contrarrestar la versión de Murillo Karam. Percibo que emerge un político joven con capacidad reflexiva en términos de comunicación y capacidad de producir contenidos, de convertir una acción colectiva en una acción conectiva, con habilidades en el uso estratégico de tecnologías y capacidad de conceptualizar apuestas dentro de internet.

¿Es una lucha entre David y Goliat la de activistas jóvenes contra medios tradicionales?
Existe una asimetría, pero aun así ellos, por ejemplo en el caso Ayotzinapa, combatieron la versión oficial y lograron sacudirla, desmontarla, apelando a las redes. Así han logrado agrietar. En el trabajo recupero ideas de John Holloway y de Rossana Reguillo, quienes hablan de esta fisura en el monopolio de la voz. Los jóvenes aprovechan la falta de legitimidad de los gobiernos, encarnan la fisura, se colocan ahí y construyen una mirada crítica frente a los problemas.

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