El movimiento ciudadano que promovió el voto nulo seguirá presionando a las autoridades para que realicen su trabajo de cara a la sociedad e impulsarán una agenda no solo local, sino nacional, que busca la rendición de cuentas, la revocación de mandato, así como el plebiscito.
Después de la coyuntura electoral, este grupo encabezado por Fidel, “el candidato de la perrada” y varios colectivos más, pretende generar un movimiento nacional desde lo local que impulse una agenda común en todo el país, explica Carlos Delgado, “portavoz” de Fidel.
Hace unos días, explica en entrevista, los grupos tapatíos se reunieron con 73 de sus homónimos provenientes de 13 estados, en una asamblea nacional ciudadana, para determinar los pasos a seguir.
“No queremos ser los eternos abanderados del voto nulo. Por el contrario, ojalá algún día haya alguien por quien realmente votar y a quien elegir. Nosotros nos dimos cuenta de que podemos organizarnos e impulsar una agenda. Coincidimos en que tiene que ser un movimiento que se dirija a presionar políticamente a los gobiernos y partidos, pero de manera racional, organizada, pacífica, creativa y simbólica”.
Lo que empezó como una campaña para que la gente se animara a anular su voto en las pasadas elecciones del 5 de julio, se ha convertido en un movimiento más amplio, en el que convergen diversas corrientes ideológicas.
Cada grupo representa a miles de personas que se han unido o solidarizado a las causas que abanderan. Por ejemplo, el movimiento “Anulo mi voto” tiene más de cinco mil seguidores y Fidel cuenta en su página de Facebook con casi mil 700 amigos, y recibió más de tres mil 500 votos tan solo en el distrito 12 durante los comicios estatales.
“La figura de Fidel unificó a colectivos que realizan activismo ciudadano sobre diversos temas y que trabajan desde hace varios años. Tenemos que trabajar en torno a estos puntos que acordamos en la asamblea nacional, para continuar con los esfuerzos ciudadanos que incluso son respaldados por muchos académicos de la UdeG y del ITESO. Tenemos que darle continuidad, porque aquí lo que está funcionando es la voluntad individual por una o varias causas, de personas libres que ejercen sus derechos”.
Insiste en la necesidad de que el gobierno en el poder y los partidos tengan un contrapeso real, “por lo menos de opinión ante sus abusos”, contrapeso que solo puede venir de la ciudadanía.
