Esperando a Godot el videojuego

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Más que el videojuego basado en la obra absurda de teatro de Samuel Beckett, en la que “no pasa nada”, el video en YouTube que lo retrata se volvió viral en ciertas esferas de Estados Unidos hace unos meses: sobre un fondo negro, gordos pixeles ilustran a un hombre de espaldas y un puntito se mueve entre las opciones: uno o dos jugadores, modo fácil o difícil. Pasamos a elegir el personaje –Didi o Gogo–, la misma figurilla cuadriculada con sombrero negro y pantalón naranja, diferenciada por el color rosa o verde de la camisa. De forma previsible e hilarante, el jugador se ve proyectado en el muñequito al primer “mundo”, un paisaje plano y breve, por el que puede caminar de un lado a otro mientras una melodía de ocho bits hace de fondo. Siguiendo la estructura básica de los videojuegos primitivos, lo que sigue es una pelea de jefe: la melodía en ocho bits se vuelve ominosa, grave y acelerada. El monito continúa esperando a Godot. Y así sucesivamente.
“Desafortunadamente no compartimos su sentido del humor”, dice el autor del juego, Mike Rosenthal, citando una de las cartas de desistimiento que ha recibido por supuesta violación de copyright, en una entrevista para The Rumpus. Así que tuvo que cambiar el título a “Samuel Becketttt’s Lawyers Present: Waiting for Grodoudou”, en referencia al poco conocido cineasta australiano Samuel Becketttt. Esto tampoco les hizo gracia, indica: “Así que ahora se llama simplemente ‘Juego’. Personalmente, encuentro irónico que una editorial fundada para imprimir subrepticiamente obras censuradas por las fuerzas alemanas de ocupación, quiera censurar mi videojuego con tanto ahínco”.

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