En Guadalajara aguas con el agua

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“¡Aguas!”. ¿Qué mexicano no está familiarizado con este aviso? Si bien es parte del argot popular mexicano usado para alertarnos sobre algo, esta expresión viene de la época de la colonia y se empleaba para avisar a los peatones que tuvieran cuidado con las aguas sucias que iban a tirar desde los balcones o las puertas de las casas, pues no había alcantarillado. Sin embargo, esta advertencia es más que vigente para los que habitamos en el área urbana de Guadalajara, cuando encontramos que una vez más la ciudad se colapsa al mismo ritmo que los colectores pluviales o del drenaje.
El pasado 15 de septiembre, mientras los altos mandos del gobierno estatal encabezaban la conmemoración del inicio de la lucha por la independencia, la lluvia no se hizo esperar. En las primeras horas del domingo 16 de septiembre, el personal del SIAPA acudió a verificar las afectaciones en el paso a desnivel de la avenida López Mateos, desde Eulogio Parra hasta Hidalgo, así como en la lateral poniente, de Manuel Acuña hasta avenida México, detectándose “fatiga estructural” inferida por la sobrepresión a que se vio sometido el colector por la fuerte lluvia registrada horas antes.
De acuerdo con medios impresos locales, el daño fue de tal magnitud, que provocó que, al menos durante una semana, se mantuviera cerrado ese paso a desnivel por las reparaciones. Pero, ¿cuánto tiempo aguantará ese “parche” o arregladita” provisional?
Es urgente que trabajen en las obras adecuadas en los colectores pluviales y en los sistemas de agua potable y alcantarillado del área urbana de Guadalajara, porque resulta inaudito que cada temporal de lluvias se colapsen y las autoridades responsables se limiten a hacer parches “para que aguanten” hasta la siguiente lluvia copiosa o a ver a quién le revienta después el problema.
Sin una planeación y modernización adecuada de la infraestructura urbana necesaria, los habitantes estaremos padeciendo los estragos y afectaciones que podrían evitarse si, quienes ocupan cargos públicos fueran responsables en sus funciones y estuvieran altamente capacitados en las áreas que les encomiendan y entonces tomaran decisiones certeras, con apego al interés público y no guiados por los beneficios materiales y financieros de las empresas particulares de sus familiares, amigos o cómplices.
De acuerdo a los reportes que emite la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren 11 millones de personas por falta de agua o por enfermedades transmitidas por el agua. Estiman que el 65 por ciento de los ingresos de pacientes a hospitales y un 80 por ciento de las consultas médicas son motivados por agua insalubre.
La OMS ha declarado que la mitad del mundo carece de higiene, y México no es la excepción. El censo general de población y vivienda de 2010, arrojó que el 8.9 por ciento de las viviendas mexicanas no disponen de drenaje, lo que equivale a 10 millones 700 mil habitantes que carecen del servicio.
En Jalisco la cifra se encuentra por debajo de la media nacional, al reportarse que el 4.4 por ciento de las viviendas habitadas no cuentan con drenaje. Lo inconcebible es que 133 mil viviendas particulares en la entidad, que representan el 7.3 por ciento del total, no dispongan de agua de la red pública. Lo más grave es encontrar que en relación a la captación de agua pluvial, la infraestructura pública y privada es totalmente nula, es decir, desperdiciamos impunemente el agua que resolvería en buena medida el abastecimiento del vital líquido.
El tema del agua es parte de la seguridad nacional. El aprovechamiento del agua de lluvia a través de su captación y utilización eficiente, debe ser una alternativa para satisfacer la demanda de agua para las diferentes actividades humanas. Cada temporal se pone en la agenda pública este tema a debate y olvidan hasta el siguiente año.
Debemos entender que sólo con estudios factibles y objetivos, escuchando e integrando a los especialistas y académicos que han estudiado y propuesto soluciones certeras y viables, se podrán planear y efectuar obras que son apremiantes para toda la zona metropolitana y el resto del estado.
El cambio de las administraciones gubernamentales a nivel federal y estatal representa una buena oportunidad para atender una problemática que es vital para nuestro estado y país. Los ciudadanos debemos exigir decisiones responsables y con visión de futuro, que vayan más lejos que sugerir a los ciudadanos bañarse en cinco minutos para ahorrar agua.

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