En busca de la luz

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Obligados por la necesidad de sobrevivir, buena parte de las personas ciegas que no cuentan con un apoyo, se ven en la necesidad de cantar o pedir ayuda en camiones y plazas públicas del centro histórico de Guadalajara. Ante la falta de oportunidades, el subempleo es su única alternativa para ganarse la vida y ser visibles para la sociedad.
Algunas de estas personas viven ignoradas por los que pueden ver, despreciados por aquellos que los consideran una molestia. Son invisibles para los que prefieren subir el cristal de su vehículo cuando se acerca una persona ciega; son una minoría que se enfrenta a una competencia desigual para tener un trabajo digno.
Pocos programas del gobierno federal, estatal y municipal ofrecen un trabajo y oportunidades para las personas con discapacidad visual, pero incluso estos programas no generan los recursos necesarios para que alguien pueda vivir, por lo que todos los días a cambio de una moneda se arriesgan a caminar entre vehículos y se suben a camiones para entonar alguna nota musical que les permita ganar la comida del día. Para algunos su único apoyo y compañía es su bastón; otros andan en grupos o con su pareja para que guíen su camino.
Para quienes no viven en la oscuridad es difícil comprender el valor que requiere una persona con discapacidad para ser una persona independiente, y salir todos los días a buscar una mejor calidad de vida.

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