El que nada tiene todo debe

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Comprar a crédito es muy fácil, y al mismo tiempo es muy caro, las opciones en el mercado están prácticamente al alcance de todas las clases sociales, la inmensa mayoría de las tiendas departamentales o de autoservicio hacen un “exhaustivo” estudio al solicitante, se le exige comprobar ingresos mínimos de 2 mil pesos mensuales, un comprobante de domicilio y una identificación oficial.
Y todo listo, esa lavadora de 5 mil 799 pesos al contado, le va a costar a crédito 7 mil 509 pesos. El desglose es el siguiente: un enganche de alrededor de un 20 por ciento del valor del artículo y módicas cantidades de 226 pesos repartidas en 24 pagos semanales; la diferencia de pagar al contado y pagar a crédito es de mil 710 pesos.
Los créditos de pagos fijos se caracterizan por ser otorgados por el proveedor al consumidor de manera directa, a veces estiman un enganche y siempre incluyen un pago fijo que puede ser semanal, quincenal o mensual, durante un número predeterminado de tiempo. Pese a la facilidad del “pago chiquito”, este sistema es el crédito al consumo más costoso del mercado.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realiza de manera periódica la Encuesta Nacional de Crédito al Consumo en establecimientos comerciales de 22 ciudades del país. La información recabada cubre diversos créditos que otorgan los establecimientos al consumidor, como tarjetas bancarias, tarjetas propias de los establecimientos y financiadas por bancos, crédito de Fonacot, así como los créditos que otorgan las tiendas de manera directa. Estos últimos se conocen popularmente como créditos a “pagos chiquitos” o de pagos fijos.
Antonio Sánchez Sierra, profesor investigador del Departamento de economía del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), aseguró que los “abonos facilitos” significan “un fraude, son un robo en despoblado”.
En menos de un minuto, el académico realizó una simple operación de multiplicar para ejemplificar lo que cuesta un teléfono celular comprado al contado y lo que cuesta el mismo aparato pagado en abonos semanales a un año.
Dijo que un teléfono celular (convencional), cuesta mil 500 pesos, pagado al contado. En abonos semanales: “lo que hacen estos tipos (proveedores) medio infelices, es cargar el financiamiento (al consumidor) y dicen: si cuesta mil 500 al contado lo vamos a financiar a tres mil pesos, entonces, esos tres mil pesos divididos en 53 semanas (un año), entonces ¿de ¿a cómo te va a salir la semanita?, pues en hacer pagos de 56 pesos facilitos, ¿qué prefieres pagar, mil 500 pesos al contado o 53 semanas de a 56 pesos?”.
Los créditos “facilitos” son una respuesta a la precaria situación económica de la mayoría de la población y a la falta de un mínimo conocimiento de finanzas, a la gente “se le engatusa cuando les dicen que el que nada debe nada tiene… el verdadero negocio de esos establecimientos es que la gente tarde más tiempo en pagar”.
Sánchez Sierra comentó que la Profeco hace un esfuerzo para proteger al consumidor y su economía, sin embargo, no le alcanzan los recursos, porque es imposible que supervise uno a uno, todos los establecimientos del país.
La Profeco realiza desde el 2005 el programa “Quién es quién en créditos a pagos fijos”, con la finalidad de transparentar la información de costos, características y condiciones de este tipo de financiamiento al consumo, de esta manera, intenta facilitar la comparación y fortalecer las decisiones del consumidor al comprar a crédito.
En dicho programa se encontrará información del crédito a pagos fijos, tanto de aparatos electrónicos como de línea blanca. Incluye el precio de contado, enganche, monto de pago fijo y número de pagos, como el costo financiero estimado por la Profeco, de acuerdo con la metodología del Banco de México para el cálculo del Costo Anual Total (CAT).
En febrero y abril pasado, la Profeco dio a conocer sus datos comparativos. Las siguientes publicaciones de cuadros comparativos del CAT de créditos a pagos fijos por ciudad se darán a conocer el 11 de julio, 19 de septiembre y 28 de noviembre. En la plaza de Guadalajara el CAT de un electrodoméstico o de un artículo de línea blanca puede ir de un 50 y hasta un 300 por ciento anualizado.
Sánchez Sierra comentó que comprar en efectivo es la mejor opción; sin embargo, ante la posibilidad económica de la mayoría de las familias mexicanas, comprar a crédito es una alternativa, pero siempre hay que comparar para pagar lo menos posible por esos recursos, incluso, dijo que en ocasiones es mejor opción utilizar la tarjeta de crédito.

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