El elctor vaquero

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Las estadísticas apuntan que en promedio los mexicanos leen al año 1.2 libros. Sin embargo, mensualmente se venden alrededor de seis millones de ejemplares de historietas como El libro vaquero o La novela policiaca, lo cual indica que los mexicanos sí son lectores, pero no de la literatura deseable.
El jefe del Departamento de Estudios de la Comunicación Social, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, Armando Zacarías Castillo, informó que según datos de la industria editorial mexicana, existe un importante número de lectores, los cuales no acostumbran leer la literatura más compleja y la que requiere mayor entendimiento y esfuerzo de interpretación.
“Sí hay un consumo de lectura considerable en nuestro país, puesto que hay una industria editorial que genera una producción que es consumida por los mexicanos de una manera abundante, aunque no es la deseable. Existen otras publicaciones con un tiraje extraordinariamente alto: El libro sentimental y La frontera violenta, así como revistas de espectáculos como Tv Notas y Tvynovelas. Por citar un ejemplo, la publicación semanal Proceso, palidece en comparación con las revistas de espectáculos antes mencionadas.
”Son publicaciones que emplean pocos elementos de publicidad y es muy alto el número de compradores. De no ser éste un país de lectores, ¿cómo se explicaría el crecimiento de las ventas de tales revistas en un contexto como el mexicano?”.
Un dato interesante es que en 1960, el 41.1 por ciento de la población mexicana era analfabeta. En el 2005 el analfabetismo disminuyó al 8.4 por ciento, lo cual refleja el progreso en los niveles de formación de los habitantes de México. No obstante, a pesar del desarrollo educativo en nuestro país, únicamente alrededor del 14 por ciento acostumbra leer textos que no son de entretenimiento, indicó el especialista.
Por otra parte, Armando Zacarías explicó que el alto costo de los libros provoca que los mexicanos no tengan el acceso a éstos. “El precio de los libros, no sólo en México sino a nivel mundial, va haciendo más complejo el acceso de mucha gente a éstos”. El investigador agregó que los costos de producción de un libro (impresión y materiales) son parte del 60 por ciento del precio de cada ejemplar. El 40 por ciento restante implica los trámites de comercialización, impuestos y permisos, así como todas las instancias de inmediación que tienen que ver con la obra. De tal manera que cuando una persona compra un libro, paga el 40 por ciento de trámites y el 60 por ciento de la obra como tal.
Ante este panorama, el académico plantea incrementar los sistemas educativos, incentivar en la población el gusto por otro tipo de lectura, pero principalmente poner en discusión políticas gubernamentales para disminuir los costos.
“Han existido muchos proyectos por parte de la SEP, de CONACULTA y de diferentes instancias de promoción cultural que han propuesto obras como El Quijote de la Mancha a precios muy bajos, tratando de incentivar el acceso de la gente a estos libros, pero desde mi perspectiva también habría que incentivar la lectura como tal. Incentivando la lectura y promoviéndola, se puede comenzar a generar esa tendencia de interés por una lectura de mayor especialización”.
La UNESCO recomienda leer por lo menos cuatro libros al año, cifra que por parte de los mexicanos sólo se cumple e incluso se supera gracias a la lectura de literatura de entretenimiento.

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