La tecnología avanza vertiginosamente y en su afán de llegar a todos los rincones de la sociedad y de la ciencia busca nuevos modelos para alcanzar este objetivo. Por eso surge y se pone a disposición de la humanidad el Cloud Computing o nube tecnológica, que para Juan Manuel Rebés, jefe de producto Unix de IBM SPGIT, “es un modelo que está inspirado en la idea de disponer de infraestructuras tecnológicas de modo que los recursos informáticos sean compartidos dinámicamente, se encuentren virtualizados y resulten accesibles como un servicio. Los grandes clusters (conjunto de computadoras unidas con redes de alta velocidad) de sistemas se enlazan entre sí para proporcionar servicios tecnológicos como si se tratase de un único superordenador global”.
La ventaja principal es que puedes obtener programas y equipo de cómputo repartido en diferentes “sitios”, lo que significa mayor velocidad de procesamiento. Los sistemas que albergan a la “nube” están instalados en poderosas computadoras y gran almacenamiento que unidos pudieran contener y proporcionar toda la información que genera el mundo. Las empresas, por ejemplo, podrían crecer escaladamente al no necesitar: equipamiento, software o personal para ejecutar sus actividades. Con el cloud computing obtendrían todo eso con un gran rendimiento, lo que se convierte en ahorro de todo tipo incluso de energía eléctrica y tareas de mantenimiento.
“Abundan las referencias a casos de éxito, como los de BitCurrent y The New York Times, que recientemente alquiló el servicio de Amazon para pasar los artículos aparecidos en el diario durante las últimas décadas a PDF susceptibles de búsquedas. Un proyecto que, de haberlo emprendido internamente, hubiera tardado 14 años en completarse y que, gracias a Amazon, pudo culminar en un solo día por nada más que 240 dólares”, Network World España (www.idg.es).
La seguridad de la nube tecnológica es la que es “insegura” y todavía hay incertidumbre en que pueda controlar los grandes bloques de datos y de procesamientos que se generarán en línea y al mismo tiempo. Bien se sabe que la seguridad de la información, incluso en las corporaciones, muchas veces es vulnerada, que esperaremos cuando las empresas cedan procesos críticos a la “nube”, pudiera aumentar el peligro de perder datos y dinero o que puedan ser consultados por personas no autorizadas.
Empresas trasnacionales, universidades de primer mundo, se unen y buscan socios para analizar, revisar, estudiar la “nube”. Ojalá surja algo bueno para la sociedad de la información.
