Bradbury: 89 años en el futuro

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Ama el cine, odia la televisión, pero lo que más detesta es el automóvil. No le gusta la computadora, sigue obsesionado con la máquina de escribir, aunque desde que le dio un infarto ya no la utiliza, ahora dicta por teléfono sus textos a una de sus hijas. A pesar de soñar todo el tiempo con viajes a la Luna y a Marte, hasta hace algunos años le daba pánico subirse a un avión. Evita utilizar el internet y también prescinde de mucha de la tecnología de la vida moderna, dato curioso para un escritor de ciencia-ficción en donde sus relatos siempre apuntan al futuro. Se trata de Ray Bradbury, autor de Crónicas marcianas (1950) y Fahrenheit 451 (1953), quien será homenajeado este lunes 30 de noviembre vía satélite desde la ciudad de Los íngeles, en la edición 23 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
A sus 89 años de edad (22 de agosto de 1920, Waukegan, llinois) Ray Douglas Bradbury ha publicado más de 10 novelas, más de 15 libros de relatos, ha escrito y adaptado varios guiones para cine y televisión como las películas El sonido del trueno (2005) y El carnaval de las tinieblas (Something Wicked This Way Comes) (1983). Entre los premios que ha recibido destacan el Benjamín Franklin (1954), que reconoce la excelencia en la publicación independiente y la Mención especial al Premio Pulitzer (2007), por su “distinguida, prolífica e influyente carrera como un autor de ciencia y ficción”.
Considerado como uno de los escritores de ciencia-ficción más importantes de Estados Unidos, el mismo Bradbury asegura que su obra está en la línea de la fantasía y que Fahrenheit 451 (1953), es la única novela del género que ha escrito.

No leer, no pensar
La considerada obra maestra de Ray Bradbury (Fahrenheit 451), fue publicada por primera vez en 1953 para criticar la censura de libros en Estados Unidos, como resultado de la “caza de brujas” del senador Joseph McCarthy, al igual que la quema de libros en la Alemania nazi en 1933 y el lanzamiento de las bombas nucleares en Hiroshima y Nagasaki. En 1967 se publicó una versión censurada, sin conocimiento de Bradbury, donde se omitían las palabras damm y hell (“maldito” e “infierno”). Poco después se publicó otra versión con todas sus palabras y una explicación por parte de Bradbury acerca de lo que pasó con el anterior libro.
El título de Fahrenheit 451 hace referencia a la temperatura con la que se quema el papel. La novela retrata una sociedad futurista en la que el cuerpo de bomberos quema viviendas y bibliotecas para destruir los libros y evitar que la gente lea y tenga un pensamiento independiente.
En el año de 1966, el director francés Franí§ois Truffaut llevó a la pantalla grande Fahrenheit 451. Tanto la novela como la película suceden en un país donde está prohibido leer. Al gobierno no le interesa que la gente piense y se cuestione, por eso es ilegal tener libros en casa. Cuando se descubre que alguien oculta libros los bomberos aparecen y los queman. En las mangueras de los carros de bomberos en lugar de tener agua, tienen queroseno. La gente que lee es encarcelada. En la película los bomberos no queman las casas, sólo se dedican a la búsqueda de libros y a la quema de los mismos, mientras que en la novela arrasa con todo. Incluso el final de la novela es mucho más crudo que el de la película. Por cierto, Ray Bradbury no quedó muy satisfecho con la película de Truffaut, quizá por eso fue que hace más de seis años, decidió venderle los derechos de la obra al actor y director Mel Gibson para que hiciera otra película, pero es hora que aún no pasa nada y Bradbury sigue esperando el remake.

El pasado
Nunca recibió clases de escritura o redacción, se considera un autodidacta y asegura que los únicos maestros que ha tenido son: Shakespeare, Jules Verne, Edgar Allan Poe, Edgar Rice Burroughs, F. Scott Fitzgerald y Hemingway, entre otros, del cine siente admiración por Federico Fellini. De niño tenía pesadillas y sueños fantásticos que después llegó a plasmar en sus historias. Comenzó a escribir relatos a la edad de 11 años. La primera historia que publicó fue “El dilema de Hollerbochen”, en 1938 en la revista independiente Imagination. Vendió periódicos en las calles de Los íngeles de 1938 a 1942. Fue hasta 1950 con la publicación de Crónicas marcianas que se le reconoció como escritor de ciencia-ficción, se trata de una novela sobre la colonización y conquista de Marte, que deja entrever algunos de los temores en la sociedad estadounidense de los años cincuenta, como la preocupación de una guerra nuclear.

El presente
Ray Bradbury vive en Los íngeles. Le ha comenzado a fallar el oído y de la vista no está muy bien, ya no puede leer como antes y tampoco tiene fuerzas para escribir, pero dicta sus textos a una de sus hijas. Tiene tres hijas que leen todo y otra que no lee nada. Actualmente existe un acuerdo con la sociedad de producción White Oak Films para desarrollar The Bradbury Chronicles, adaptada en una miniserie para televisión de seis horas, con diferentes realizadores para cada capítulo de una hora. A pesar de no estar de acuerdo con muchas de las herramientas tecnológicas del mundo moderno, tiene su propia página electrónica www.raybradbury.com

El futuro
El próximo lunes 30 de noviembre en el marco de la FIL, Ray Bradbury, el escritor de ciencia-ficción y relatos futuristas, el que no ha dejado de soñar y cree que el hombre dentro de unos años volverá a la Luna y posteriormente viajará a Marte, recibirá un homenaje por su trayectoria literaria. Como no puede venir a Guadalajara (debido a su estado de salud), el homenaje se realizará vía satélite, lo que resulta curioso si se toma en cuenta el rechazo que siempre ha manifestado el escritor ante las nuevas tecnologías.

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