Amor endemoniado

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Hay noviazgos que son un infierno. Las manifestaciones de violencia van desde formas casi imperceptibles hasta las más ostentosas y agresivas. Las víctimas suelen ser mujeres. Ellas se ven orilladas a soportar el maltrato por las presiones sociales y por miedo a salirse de los esquemas que les impone la cultura dominante.
Una de cada tres alumnas de la Universidad de Guadalajara es maltratada por el novio, arrojó la investigación Violencia en la relación de novios de jóvenes universitarios. Los avances fueron dados a conocer dentro del I Seminario internacional de psicología jurídica, que se llevó a cabo en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH).
Son frecuentes los empujones o el maltrato psicológico. Hay muchachos que tienden a devaluar a su pareja. Les dicen: “¡Estás muy gordita!”, “Ya te estás pasando un poquito de peso”, “No sabes hablar”, “Creo que deberías de aprender a comportarte mejor”… También hay jóvenes que suelen revisar el celular de sus novias para saber con quiénes se comunican, afirmó Cristina Estrada Pineda, profesora investigadora del CUCSH, quien dio avances de tal investigación.
El estudio se realiza en la Zona Metropolitana de Guadalajara. El universo abarca muchachas que están en preparatoria o que ya cursan estudios de educación superior en la UdeG. La edad promedio de las entrevistadas es de 18.8 años. La muestra la conforman mil 739 casos del sexo masculino y femenino.
Hay jóvenes que no perciben ser maltratadas, pero le tienen miedo a su pareja, lo que es ilógico. Otras, que tienen temor al novio y se saben maltratadas, “son las que ya dieron un paso y tienen un poco más de conciencia de lo que les pasa; hay quienes se sienten maltratadas, pero no ven peligro alguno”.
El 71 por ciento de la población entrevistada no se siente maltratada y no lo es, el resto han sufrido algún tipo de maltrato, psicológico o físico.
“Por lo general, los muchachos empiezan devaluando a las novias. Frases como: “¡Otra vez la regaste!” o “¡Qué tontita eres!” son frecuentes. Ellos no comienzan inmediatamente con un golpe o una cachetada. A mí me ha tocado presenciar casos en los que ellos las golpean a puño cerrado en la espalda o en el pecho”.

Novio a un alto costo
El por qué estas jovencitas no ponen un alto a esta situación, en parte se debe —de acuerdo a la experiencia clínica de Cristina Estrada— a las presiones sociales que sufren por tener pareja, entonces la muchacha quiere conservarla a como dé lugar; además, el medio las bombardea indicándoles que la violencia de la que son víctimas en realidad no lo es. Las madres, amigas, tías, primas, le dicen: “Te cela porque te quiere”; “no te enojes si controla tus gastos, el hombre tiene que hacerse cargo de lo económico”; “te dice gordita por tu bien, porque te ama”… Todas esas ideas forman parte de la cultura, y muy pocas chicas pueden sustraerse de ésta.
Hay medios en donde se ve mal que una muchacha cambie constantemente de pareja, ya que los demás la señalan y juzgan como incapaz de mantener una relación.
En México, todavía está muy arraigado el mito de la quedada. Si una mujer no tiene hijos y no se casa es mirada como una persona rara. Si a determinada edad todavía no tiene novio, empiezan las presiones sociales. Los vecinos, las amigas, los parientes empiezan a cuestionarla. Entonces muchas prefieren aguantar una situación violenta antes que terminar con su pareja.
Lo grave es que esta situación violenta daña su autoestima. Algunas alumnas bajan su rendimiento académico, hay un declive en su aprendizaje y atención en clases. Hay quienes, incluso, quieren dejar la escuela, por eso es importante que la Universidad sea consciente, entienda el problema y emprenda estrategias en todos los centros universitarios. La investigadora aclaró que ya hay núcleos que proporcionan atención psicosocial a las alumnas.
No hay referencias determinantes para concluir que las mujeres que sufren agresión en su relación de pareja provienen de hogares violentos. “En otra investigación realizada hace tres años, sólo el 30 por ciento de las mujeres señalaba que había vivido situaciones violentas en su núcleo familiar primario. Este estudio lo hicimos conformando un universo de 205 mujeres maltratadas. La pregunta fue que si ellas habían sido maltratadas por sus padres. Sólo ese porcentaje contestó que sí”.
El fenómeno del maltrato hacia la mujer dentro del noviazgo no es nada nuevo. Esto ha ocurrido desde siempre, lo que pasa es que en el pasado no se había dado la importancia merecida al problema. Lo mismo pasa con el maltrato hacia la mujer dentro del matrimonio. Hace treinta años empezó a ponerse atención en el fenómeno.
“Es muy difícil entender cómo algunas universitarias están inmersas en una situación así, porque se supone que ellas ya tienen otra idea de cómo son las relaciones de pareja, pero si esto les pasa a ellas, ¿qué le ocurrirá a la población en general?”, cuestionó la investigadora.
“Hasta el momento no hemos explorado a los hombres para detectar si algunos de ellos también son víctimas del maltrato por parte de las novias, pero no descartamos la posibilidad”.
La investigación que dirige Cristina Estrada a escala Iberoamérica, es parte de un proyecto más amplio que patrocina la Agencia Española de Cooperación Internacional. Éste es realizado simultáneamente en Argentina, España y México. Los resultados de los tres países serán comparados para determinar las semejanzas y diferencias entre ellos.

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