En punto de las 9:30 de la mañana del pasado viernes, ingresó Joseph Gael Bermúdez González a la clínica de Prótesis Maxilofacial del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Su sueño era tener un nuevo ojo, después de que perdió el derecho tras haber sido afectado en un patio de la escuela al rebotarle un pedazo de vidrio de una botella.
Un equipo de especialistas lo esperaban al interior de una sala pequeña y cerrada. Jorge Alberto Guerrero Galarza, coordinador de la Especialidad en Prótesis Maxilofacial del CUCS, le mostró la pieza que sustituiría su globo ocular.
Hace mes y medio, médicos del Hospital Civil de Guadalajara extrajeron el ojo de Joseph Gael y atendieron sus lesiones. Tras su curación, el viernes le pusieron —sin costo— una prótesis elaborada de acrílico de alta densidad y biocompatible.
Se trata de una pieza artesanal, que se quita y pone, no absorbe líquidos, no se destruye, es de por vida y sólo requiere ajustes. El pintado de iris y de los vasos sanguíneos fue hecho a mano por los universitarios.
Además, el niño puede mover su ojo casi al paralelo del otro. Con la técnica utilizada, se adaptó la prótesis al movimiento propio de los músculos oculares, destacó Guerrero Galarza.
Joseph Gael manifestó su emoción por la prótesis. Una noche antes de que se la pusieran no pudo dormir por la ansiedad y el nerviosismo. Le gusta dibujar, en especial el personaje de la caricatura de Dragon ball y su meta es estudiar diseño gráfico.
Sus padres, Ramón Bermúdez Vázquez y Cecilia González, compartieron la emoción de su hijo que cumplió su sueño.
Al principio se encontraban nerviosos porque no sabían que pasaría con su salud y si podrían costear la prótesis. Fueron casi dos meses de espera, de cuidados y curaciones.
González comentó que fue un proceso largo y difícil, “pero conforme lo veía muy valiente y emocionado, uno se animaba más. Ahora estoy muy contenta de ver los resultados”, expresó.
La clínica, adscrita a la División de Disciplinas Clínicas del CUCS, atiende a pacientes con algún problema de nacimiento, un accidente o enfermedad con el que se haya afectado una parte del rostro, y la reponen de forma manera rápida, práctica y económica.
En este espacio colaboran cuatro médicos de base y siete alumnos de especialidad. Durante el año 2017 colocaron 100 prótesis, la mayor parte oculares, faciales, nasales, de pabellón auricular, y sólo 10 por ciento dental.
Una prótesis ocular, en un servicio privado, tiene un costo de entre 25 mil y 35 mil pesos; en tanto que en el CUCS llega a los cinco mil pesos, que es para la recuperación del material.
