Un debate abierto

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El uso de la marihuana podría tener diversos efectos en el sistema inmunológico en personas con VIH y hepatitis. Con la intención de determinar si son positivos o negativos, investigadores del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) trabajan desde hace ocho años en un estudio al respecto.

Octavio Campollo Rivas, investigador del CUCS y director de la Clínica para dejar de fumar, del Antiguo Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, presentó una ponencia sobre avances de esa investigación durante el Foro Nacional sobre el Consumo Lúdico de la Marihuana. El encuentro fue realizado en Cancún, el 26 de enero pasado y es el primero de cinco que tendrán verificativo en distintas ciudades de México, con la intención de debatir sobre el uso de la marihuana y diseñar nuevas políticas públicas al respecto.

En este encuentro el investigador de la UdeG resaltó que en el estudio participa un grupo de 124 pacientes con VIH y hepatitis y que también fuman marihuana, así como dos equipos de investigación.

“Se ha encontrado por diferentes investigadores en todo el mundo, que la marihuana tiene efectos en el sistema inmunológico. Ese tipo de efectos por el uso de algunos canabinoides, son los terapéuticamente demostrados, por ejemplo, en el caso de los problemas convulsivos, epilepsias, esclerosis múltiple (y enfermedades) que tienen un componente inflamatorio importante. Parece que cierto tipo de canabinoides puede ayudar”.

El también responsable del Anuario de investigación en adicciones, editado por el CUCS, mencionó que en el foro buscaron poner el tema a discusión y mostrar que todavía hay muchas preguntas por responder sobre los efectos que tiene la marihuana, y la relevancia del tema radica en que se suministra a los pacientes con VIH que reciben tratamientos. 

“Es un grupo de pacientes que al usar la marihuana recuperan un poco el apetito. Esto se ha visto desde hace mucho tiempo, pero lo que no se ha estudiado a profundidad es cuál puede ser el efecto de la marihuana en personas con la doble infección”.

Campollo Rivas, quien también dirige el Centro de Estudios en Alcoholismo y Adicciones de la UdeG, resaltó que aún no es posible asegurar qué efecto tiene la marihuana sobre el hígado, ya que dependerá de factores como la dosis, el tiempo de uso y concentración de la planta, pero adelantó que en los próximos seis meses podrían tener más resultados de esta investigación, pero a la par es necesario ampliar este debate.

Uso recreativo o terapéutico en México
Respecto al uso recreativo o terapéutico de la marihuana, Campollo Rivas opinó que antes de determinar su uso lúdico se deben definir los efectos a través de investigaciones sustentadas.

“Mi posición es que hay que ser cautelosos, porque como dice el principio de la medicina: lo primero es no hacer daño. Se deben identificar los efectos terapéuticos, riesgos, efectos indeseados, los adversos, por mencionar algunos. Por ello es necesario definir esto antes de decir y de permitir que se utilice una sustancia de manera general, como puede ser el tabaco”.

No obstante, aseguró, con base en datos difundidos en el Foro Nacional, que en los últimos años su consumo es más frecuente y ha aumentado más “de lo que nos dicen las estadísticas”.

Los usuarios, particularmente los jóvenes, llegan a considerar que “como no se informa que es algo que te mata o te hace mucho daño, posiblemente se sientan más alentados a usarla”.

Este dato fue comprobado en la Encuesta Nacional de Adicciones de 2012, la cual difundió que hay una disminución de la percepción del riesgo entre los jóvenes en cuanto al uso de la marihuana, “un factor para que la usen más”, consideró el investigador, quien resaltó que esta discusión no sólo debe incluir la participación de legisladores, sino de profesionales de la salud, con base en evidencias científicas.

A la par, un sondeo realizado por el Instituto Nacional de Psiquiatría, en conjunto con la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) y que tomó en cuenta la opinión de más de 160 mil alumnos de instituciones educativas de todo el país, arrojó que más del 17 por ciento de los estudiantes de secundaria y bachillerato han consumido alguna vez drogas, y dos terceras partes de ellos fuman marihuana.

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