UdG solo posgrados de calidad

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La evaluación y reforma de los posgrados de la Universidad de Guadalajara, es uno de los cambios más importantes de la actual administración, ya que además de garantizar la calidad de sus programas y colocar a esta casa de estudios entre las seis primeras del país que realizan esta labor, permitirá una mayor gestión de recursos económicos en beneficio de la sociedad.
Así lo estableció el vicerrector de la Universidad de Guadalajara, Tonatiuh Bravo Padilla, quien destacó que la Administración general, encabezada por el Rector general, José Trinidad Padilla López, resaltó que era inaplazable asegurar la calidad de maestrías, especialidades y doctorados.
La UdeG inició el proceso de evaluación y reforma a los posgrado en 2003. Las reformas fueron aprobadas el pasado 20 de octubre, en sesión del Consejo General Universitario (CGU): de los 181 posgrados y especialidades que se ofrecían en esta casa de estudios, quedaron 69, los cuales cumplen con los requisitos de calidad para ser ofrecidos a partir del calendario 2006 A. En total 55 fueron suspendidos y 24, cancelados.
“La meta es que la institución esté en condiciones de ofrecer programas que demuestren calidad, pertinencia, organización, capacidad de gestión, sustentabilidad y cuerpos académicos sólidos”, que garanticen a la sociedad que el perfil de quienes egresan es demandado en el sector productivo, social o público, y “mediante esta certeza se revaloren los posgrados de la UdeG”, subrayó Bravo Padilla.
La jefa de la Unidad para el desarrollo de la investigación y el posgrado, Sonia Reynaga Obregón, indicó que resultaba indispensable un diagnóstico “para comprender dónde estábamos”. Así, se trataba de medir la calidad, pertinencia y competitividad de los programas, mediante auto evaluaciones y revisiones mixtas (con personal interno y externo), así como determinar “qué necesitamos y a dónde queremos ir en 2006”.
Todo ello es una exigencia nacional, dado el crecimiento sostenido de este nivel educativo durante las últimas dos décadas y las nuevas directrices del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), organismo que desde 1991 observa como necesaria la búsqueda de la calidad para diseñar y fortalecer los posgrados en ciencia y tecnología.

En búsqueda de más recursos
Bravo Padilla comentó que la gestión de recursos ante el Conacyt o la Secretaría de Educación Pública se veía perjudicada al carecer de indicadores adecuados en este rubro.
“Es evidente que si nuestra competitividad –en la correlación entre posgrados de calidad y el total de la oferta en este nivel– es muy baja, ello impacta en el reconocimiento que el Conacyt hace de nuestros programas”.
Sin contar con cifras exactas, estimó que durante 2004, la carencia de una evaluación y reformas a los posgrados, afectó de manera directa a la Universidad, ya que no llegaron a la institución entre 8 y 10 millones de pesos, provenientes de los fondos del Conacyt.
De ahí que fuera necesario desde hace tiempo realizar este trabajo. “Qué bueno que ya lo estamos haciendo y vamos hacia delante”.
Dichos cambios permitirán a la UdeG mostrar una mayor competitividad ahora y gestionar más recursos económicos ante el Conacyt y la administración federal.
“Nosotros tenemos la posibilidad de exigirle al gobierno federal que apoye el posgrado, pues estamos demostrando que contamos con los parámetros e indicadores de calidad aceptados en el ámbito nacional e internacional”.

Luchan por la excelencia de los posgrados
La Administración general de esta casa de estudios busca ampliar el número de programas en el Padrón Nacional de Posgrado, del Conacyt.
En la actualidad de las 69 maestrías, doctorados y especialidades vigentes, 31 son reconocidos por dicho consejo, lo cual equivale a un 45 por ciento, mientras que antes de la reforma esta proporción era del 14 por ciento.
Ahora, añadió el vicerrector ejecutivo, los cuerpos académicos y el personal calificado podrán concentrarse en programas que “valen la pena” y en el corto plazo pueden tener un tránsito exitoso hacia la calidad.
Según el documento “Proceso de reforma del posgrado en la UdeG”, las instituciones de educación superior con más planes de estudio en el Programa de fortalecimiento al posgrado nacional (PFPN) son: la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Universidad Autónoma de Nuevo León, la de San Luis Potosí y la UdeG, que ocupa el sexto lugar.
Bravo Padilla reconoció que a pesar de que la UdeG es considerada, por su tamaño, la segunda universidad pública de mayor importancia en el país, era evidente su rezago en posgrados, en relación a otras universidades que tienen un mayor número de programas reconocidos por el Conacyt.
Apuntó que en la UNAM, de 77 posgrados con los que contaba el año pasado, 65 eran de calidad (84.50 por ciento); en la UAM, de 67, había 45 en el PFPN (67.16 por ciento), y en el Cinvestav, de 55 programas, 47 habían conseguido dicho reconocimiento (85.45 por ciento). “Con esta reforma la UdeG se pone a la par con otras instituciones y avanza en este escenario”.
Es posible, indicó, que en comparación con otras universidades, como el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), existan algunos posgrados con más, igual o menos calidad. Sin embargo, ahora se busca que los programas de este tipo en la UdeG posean un mínimo de calidad y competitividad. De preferencia, por arriba de la oferta de posgrado en Jalisco.

La reforma no afectará la oferta educativa en áreas
del conocimiento
Al cuestionar a Bravo Padilla sobre si estas modificaciones limitarán la cantidad de programas en ciertas disciplinas, opinó que en un principio es probable que ocurra, pero será temporal.
Para Reynaga Obregón esto puede evitarse a través de los estudios y análisis sobre la pertinencia y satisfacción de necesidades.
No obstante, señalaron, por eso invitan a los centros universitarios a que reorganicen su planta académica, a fin incluir las diversas áreas del conocimiento en los posgrados existentes.
“Nadie le dice a una institución de educación superior que debe contar con un programa para toda la vida y menos con el mismo plan, por lo que es necesario actualizarlos, cerrar los que no atienden requerimientos sociales ni generan conocimiento, para en cambio diseñar los que sí cumplan dichas características”.
Bravo Padilla aclaró que no se necesitan más de 70 posgrados para cubrir todos los campos. “En Harvard arropan todas las áreas y no tienen más de 70 programas, entonces todo depende de la manera en que es organizada la gestión del conocimiento”.

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