La contaminación, la exposición a sustancias dañinas en el ambiente, como el humo de cigarro y agentes contaminantes arrojados por los automóviles, son algunas de las causas que han elevado la incidencia de enfermedades respiratorias como el asma (entre el cinco y 10 por ciento de los mexicanos la padecen) y hasta la tuberculosis (ésta genera 20 mil casos nuevos y cerca de dos mil 500 muertes por año), refirió el jefe del Servicio de fisiología pulmonar e inhaloterapia del Hospital Civil de Guadalajara “Fray Antonio Alcalde”, Antonio Gerardo Rojas Sánchez.
“La frecuencia de enfermedades respiratorias va en aumento. En México alrededor de 15 millones de personas fuman y el 60 por ciento de éstos van a desarrollar enfermedad pulmonar obstructiva crónica, conocida como EPOC, a más tardar en 2020”, dijo el especialista.
También añadió que el número de pacientes infantes y jóvenes en edad reproductiva ha registrado un aumento: “Un punto importante en este tema es que el incremento repercute en la economía por el gasto que requiere y el ausentismo laboral que genera”.
En cuanto al EPOC, el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) calcula que un millón de personas tiene la enfermedad y lo desconoce, ya que el único síntoma es tos persistente, pero en caso de no recibir atención y continuar con la adicción al tabaco, en menos de una década necesitarán de un tanque de oxígeno para poder respirar.
“Tenemos un aumento en el desarrollo de enfermedades pulmonares que se asocian a las enfermedades reumatológicas. Otro grupo es el paciente con cardiopatía isquémica”, añadió el cardioneumólogo intensivista.
Ante este panorama, el trabajo del profesional en el cuidado respiratorio resulta fundamental, ya que la terapia respiratoria es una profesión de las ciencias de la salud, en la que expertos en el área trabajan con pacientes que padecen algún problema respiratorio o cardiorrespiratorio. A pesar de ello, en hospitales y centros de salud públicos y privados hay una ausencia importante de este especialista.
“La mayoría de los terapeutas respiratorios se forman por diplomados, pero requieren un respaldo académico, ya que este especialista acompaña al cardiólogo, al médico internista y a otros en áreas tan particulares como la rehabilitación cardiopulmonar, la cual es fundamental en los problemas crónicos”.
El Hospital Civil de Guadalajara, así como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), cuentan con el equipo necesario para la rehabilitación cardiopulmonar, pero el reto urgente es consolidar los recursos humanos en este campo.
Rojas Sánchez, quien también se desempeña como coordinador de la carrera de Técnico superior universitario en terapia respiratoria —programa educativo que ofrece el Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS)—, explicó que la carrera en la Universidad de Guadalajara (UdeG) nació hace cuatro años y únicamente es impartida en instituciones educativas de Monterrey, Aguascalientes y en la Ciudad de México. En el occidente de México la UdeG es pionera.
“La intención es que nuestros estudiantes reciban un aval académico y de una institución reconocida a nivel nacional. La duración de la carrera es de seis ciclos escolares y un año de servicio social. A través de los créditos, el alumno tendrá todo el conocimiento necesario sobre la terapia respiratoria”.
En agosto próximo egresará la primera generación de 30 profesionales en el área, quienes podrán integrarse al ámbito laboral en gabinetes de asistencia en terapia respiratoria, inhaloterapia, hospitales del sector público y privado, y centros de rehabilitación integral, por mencionar algunos.
Rojas Sánchez dijo que entre los retos del programa se encuentra promover la investigación y fortalecer las áreas académicas del campo de la terapia respiratoria.
Los alumnos del CUCS interesados en realizar un cambio de aspiración, deben dirigirse a la brevedad a la ventanilla 14 del área de control escolar del centro universitario, con la maestra Lucy Paz, en un horario de 9:00 a 13:00 horas, de lunes a viernes.
