El pasado mes de abril fue celebrada la cuarta reunión anual de la Red Internacional de Posgrados en Derecho, encuentro en el que fue elegido como presidente, Carlos Ramiro Ruiz Moreno, coordinador del programa de maestría en Derecho de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Ruiz Moreno entrará en funciones hasta el próximo año, mientras concluye su responsabilidad el actual presidente, Jorge Fernández Ruiz, coordinador del programa de doctorado en Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En esa misma reunión fue aprobada la propuesta de un posgrado en Derecho internacional interinstitucional, cuyo propósito es que la titulación de los egresados sea hecha por una institución distinta a la que postuló al estudiante.
“Ahora hay que trabajar en los proyectos curriculares de las universidades, llevarlos a los órganos que toman las decisiones, a los consejos universitarios y revisar los términos de adecuación a cada escuela”, dijo Ruiz Moreno.
En este tenor de la internacionalización, la red, en la que participan representantes de posgrados de Europa, América del Norte, Centro y Sudamérica, pretende que los académicos hagan estancias en otras partes del mundo, en un trabajo conjunto, para crear planes y programas de estudio afines entre los países.
“Este círculo, que yo denomino exitoso, de alguna manera se logrará si nos conocemos todos los que hacemos los programas, quienes tenemos un mismo propósito”.
Enseñanza de calidad
Un problema fundamental que enfrentan los posgrados, y que fue tema de discusión en el pleno de la reunión, es la constante propagación de academias, institutos o escuelas que ofrecen programas, que a decir de Ruiz Moreno, no son sometidos a una certificación de calidad rigurosa.
“Hemos advertido un fenómeno repetitivo en el mundo, no sólo en México: la proliferación de instituciones que se autodenominan de educación superior, las que jactanciosamente se dicen universidades, ofrecen programas de posgrado y, perdón, pero son escuelas de cochera”.
Explicó que en el caso mexicano, las “universidades serias” generalmente se someten al arbitrio del Conacyt, que a través del programa nacional de posgrados de calidad evalúa la pertinencia del cuerpo académico, del programa postulado, de los proyectos de investigación que tienen los profesores investigadores miembros del Sistema Nacional de Investigadores, que a la vez empalman el trabajo de titulación de los alumnos para garantizar la fortaleza de su proyecto de investigación personal.
Las otras, dice, “lamentablemente tienen la validación del estado al que pertenecen y eso significa que obtendrán la cédula profesional. Lamentamos que no haya el mismo rigor ni la misma calidad de universidades serias que trabajan en la innovación curricular de sus planes y programas de estudio”.
Aspirar a un posgrado
En Guadalajara no todos tienen la posibilidad de estudiar un posgrado en Derecho. De tomar en cuenta el número de estudiantes que egresan cada ciclo escolar, el porcentaje es mínimo.
Tan sólo en la Universidad de Guadalajara y escuelas incorporadas a ésta, suman más de 16 mil alumnos en activo de licenciatura en Derecho, informó Ruiz Moreno. En promedio 5 mil 500 sólo en el CUCSH, más otra cantidad similar en los centros regionales y en las escuelas incorporadas. De esos estudiantes en activo, egresan mil 500, y aunque no todos aspiran a la maestría, sólo 80 son admitidos en la maestría cada ciclo escolar.
Abrir la convocatoria a más alumnos es un reto mayúsculo, pues deben tenerse en cuenta muchos factores, como el recurso económico y sobre todo el rigor del programa.
“Un programa de posgrado no puede ser lo que llamaríamos fácil de llevar, porque éste implica una carta compromiso de ser estudiante de tiempo completo, porque su programa no solamente consiste en asistir a las horas escolarizadas, sino que precisa invertir tiempo en un proyecto de titulación, a través de una tesis”.
Acreditar competencias
Un tema más que preocupa a la Red Internacional de Derecho es la urgencia de que en cada entidad federativa sea regulada la actualización de conocimientos y habilidades del profesional. De ahí la propuesta que hace la red de que los profesionistas sean evaluados constantemente, y cada cinco años les expidan una recertificación de conocimientos.
“En Jalisco tenemos una ley de profesiones que regula lo que ofrecen las universidades e instituciones, pero no hay un compromiso de acreditar a la sociedad que tienen los conocimientos al día”.
El tema de los conocimientos y competencias es clave cuando se habla de la inserción laboral de los egresados de un posgrado, pues de acuerdo con el presidente electo de la red, es importante que los posibles empleadores valoren el esfuerzo individual de prepararse y acreditarse.
“Si tenemos mejores abogados, tenemos un mejor sistema jurídico, más justo, más armónico. Por tanto, debiera pagar mejor. Eso es lo ideal. Estamos trabajando para que así suceda. Es pretencioso decir que a un doctor y a un maestro lo colocan e inmediatamente le pagan bien”.
