Leyenda occitana

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    El román de Flamenca se escribió en el siglo XIII y es publicado ahora de una forma casi milagrosa, ya que se conoce gracias a un único manuscrito, custodiado en la biblioteca municipal de Carcasona, Francia. Esta obra occitana de autor anónimo pasó inadvertida hasta mediados del siglo XIX y en los albores de la presente centuria, podemos leerla en español por primera vez gracias a la traducción de Antoni Rossell.
    Flamenca es la bella esposa de Archimbaut, un caballero enamorado y celoso que la recluye en una torre, sólo le permite salir a los oficios religiosos y a tomar baños medicinales. En tanto, el virtuoso Guillermo se enamora de oídas de ella, la espía y apenas logra atisbar su rostro; aunque, con la ayuda de Amor, ambos se conocen en los sueños. Luego de largas incertidumbres, llegan los encuentros y el abandono a los placeres.
    No existen certezas sobre la fecha de composición de esta deliciosa novela versificada. Aunque se han apuntado varias, y las más prudentes tienden a situarla hacia mediados o en la segunda mitad del siglo XIII, un poco más tarde que otras obras narrativas occitanas que sirven de contrapunto a la espléndida lírica trovadoresca que había tenido su periodo de mayor esplendor a mediados y en la segunda parte del siglo XII.
    El manuscrito de Carcasona pasó casi desapercibido hasta que se publicaron en 1838 algunos fragmentos, acompañados de traducción francesa y breves comentarios. Estos pasajes despertaron el interés de Paul Meyer, que realizó una primera edición de la obra en 1865; la publicación atrajo la atención de otros estudiosos y las sugerencias aportadas llevaron al filólogo a preparar una segunda edición revisada en 1901.
    A partir de ese momento se suceden estudios de todo tipo sobre la historia, que desembocan en la edición llevada a cabo por U. Gschwind, que suele ser adoptada por la mayoría de las traducciones realizadas a lenguas diversas. Uno de los valores más destacables de esta obra literaria es presentar ante el lector un desarrollo verosímil de todos los conceptos y elementos que configuran el código poético.
    Antoni Rossell es doctor en filología romántica. Ha sido traductor de obras medievales (cantigas, poesía trovadoresca, novelas), además de desempeñarse como profesor en la Universidad Autónoma de Barcelona.

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