La medallista de oro en judo en los pasados Juegos Paralímpicos de Río 2016, Lenia Fabiola Ruvalcaba Álvarez, recibió el Premio Nacional de Deportes, que otorga cada año el Gobierno de la República a los atletas más destacados del país.
La egresada de la licenciatura en Cultura física y deportes de la Universidad de Guadalajara, cuenta con 19 años de trayectoria, lapso en el que ha participado y triunfado en diversas competencias nacionales e internacionales, donde destacan la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de 2007, la de plata en los Juegos Paralímpicos de Beijing 2008 y otra de oro en los Juegos Parapanamericanos de 2015.
Sus logros le han hecho merecedora de diversos reconocimientos a lo largo de su carrera y en el 2016 también recibió en Premio Estatal del Deporte de Jalisco.
Impulsada por su hermano para la práctica de este deporte, hoy ve realizados sus sueños y entre sus planes tiene continuar en la promoción del deporte como atleta y entrenadora.
¿Qué representa haber recibido este reconocimiento?
Siento que ahora sí ya acabó el 2016, un año lleno de muchísimas satisfacciones; se cumplieron los objetivos directos como la medalla de oro, los indirectos, que fueron los premios que me otorgaron, y que es un aliciente para seguir trabajando y luchando por el deporte, tanto convencional como paralímpico. Me siento contenta, ya que también fue reconocido mi entrenador, Hilario Ávila, que me ha acompañado desde Beijing 2008.
¿Qué se necesita para que los sueños se cumplan?
Mucha constancia, en mi caso después de la medalla de Beijing siguió Londres, con un quinto lugar, mucha gente pensó que me retiraría y para 2014 estaba segura de lo que quería hacer, cambie la fórmula para que el resultado se diera. El judo llegó a mi vida y no imaginé que se diera todo esto, y ahora no imagino mi vida sin el deporte. Estoy agradecida con la vida por esta oportunidad.
¿Cuáles son tus planes?
En próximos días me voy a someter a una cirugía de mi ojo izquierdo para corregir el estrabismo, por lo que dedicaré este año a mi recuperación, así como a continuar con un pequeño equipo de iniciación en el Consejo Estatal para el Fomento Deportivo (Code) Jalisco. Es un reto nuevo, complicado, son niños entre cinco y 12 años, es una área nueva, ya había trabajado con niños, pero no tan pequeños. Estoy contenta, no sólo me interesa forjar judocas, sino ciudadanos de buenas intenciones para nuestro estado y el país. Trabajamos en Code Paradero de lunes a viernes, de 16:30 a 17:30 con niños y niñas de cinco a 7 años, y de 17:30 a 19:00 con los de 8 a 12 años.
Háblanos de tu etapa como atleta de la Universidad…
Asistí a cinco Universiadas Nacionales, gané una medalla de oro, entre otras preseas a lo largo de mis participaciones, tanto en lo individual como grupal. Me deja muy orgullosa el tiempo que estuve representando a la UdeG, en el que pude darles un buen resultado. Ingresé en 2006 y concluí mis estudios en 2012, fue un largo tiempo porque se atravesaron dos ciclos olímpicos (Beijing y Londres) y tuve que arreglármelas para poder estar entrenando y estudiando al mismo tiempo. Soy Leona Negra de corazón, me siento muy orgullosa de ser UdeG.
¿Qué tan complicado fue combinar academia y deporte?
Fue complicado más no imposible, hay que tener bastante paciencia al decidir hacer las dos cosas; la licenciatura duró seis años, pero no quitar el dedo del renglón fue lo importante.
¿Cuál es tu filosofía?
Ayuda mutua, bienestar común, creo que si todos trabajáramos en equipo las cosas pueden mejorar no sólo en lo personal sino en el país en general.
