La ciencia en la FIL

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Como dicen los buenos gourmet, “para abrir boca”, vamos a presentar las primeras intervenciones del VI Coloquio de cultura científica, que tendrá verificativo en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

Después de la inauguración, la primera de las conversaciones gira en torno a los rollos del Mar Muerto, elaborados hace más de dos mil años, para disctutir que los libros y la lectura son un elemento clave en la construcción de las relaciones ciencia-sociedad, y que por ello es importante reivindicar la popularización de la ciencia como uno de los medios para que una sociedad llegue a la madurez y se integre con ciudadanos críticos y participativos.

Estos documentos fueron encontrados en 11 cuevas localizadas en las proximidades de las ruinas de una población situada en la orilla nor-occidental del Mar Muerto, al este de Jerusalén. Los documentos contienen los testimonios más antiguos del texto bíblico y son alrededor de 200, la mayoría fragmentados, con excepción de dos libros y escritos no canónicos, algunos conocidos, en sus lenguas originales, y en otros casos totalmente nuevos (como el caso del apócrifo del Génesis).

Son los únicos documentos que datan de la época del segundo templo y han causado expectación, ya que la época en que fueron escritos incluye los comienzos del cristianismo. Sin embargo, ninguno de los personajes del cristianismo ni del judaísmo son mencionados en los manuscritos que Adolfo Roitman, curador de estos documentos, considera cruciales para entender el contexto histórico en el que surgieron el judaísmo rabínico y el cristianismo primitivo.

Roitman es antropólogo e historiador, y además director del Santuario del Libro, en el Museo de Israel. Tiene una maestría en religiones comparadas en la Universidad Hebrea de Jerusalén y actualmente es profesor titular en el Instituto Schecheter de Estudios Judíos. Nacido en Buenos Aires, egresado de su universidad, se ha identificado lo suficiente con su trabajo como para vivir en Israel.

El segundo tema resulta estimulante: Ciencia y tecnología en Israel: la historia de un milagro económico. Un milagro económico que ha repercutido en todos los ámbitos de la comunidad, ya que es la nación que más premios nobeles tiene. Y el centro de su desarrollo económico parece ser nada menos que la nanotecnología, según indica la currícula de la copresidenta de Nano Israel, empresa líder internacional de nanotecnología: Nava Swersky Sofer. Ella es licenciada en derecho por la Universidad de Tel Aviv y tiene maestrías y diplomados en Lausana, Suiza, en la Sorbona, el Instituto Goethe y el Instituto Trentino de Italia.

Nava es reconocida internacionalmente como una líder en el campo de la innovación, el capital de riesgo y la transferencia de tecnología, y es una conferencista frecuente en foros internacionales acerca de estos temas.

Sus antecedentes muestran su éxito: en 2009 fue elegida presidenta de Yissum, la compañía de transferencia de tecnología de la Universidad Hebrea de Jerusalén, con la que alcanzó el liderazgo mundial, al aumentar los ingresos de la compañía en 75 por ciento, con un crecimiento que sumó 60 millones a su capital, además de lograr una suma de convenios de mil 200. Y por si eso resultara poco, creó la iniciativa Cleantech, que tiene fondos destinados a la siembra de tecnologías prometedoras en energía alternativa, agua y medio ambiente, sin olvidar su programa de semilla bebé para la financiación de tecnologías prometedoras en etapa inicial.

La ciencia y la tecnología aplicadas al progreso de las poblaciones del medio oriente.

Unidad de Vinculación y Difusión, Coordinación de Vinculación y Servicio Social.

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