La belleza cuesta menos

7781

No hay mujeres feas, sino pobres, dicen por ahí no sin cierto grado de misoginia. Y es que la belleza ahora es conseguida por medio del bisturí, y eso cuesta.
Antes el espejo aceptaba que fueran rellenitas, pero ahora deben ser bastante delgadas, con buen tamaño de senos y nalgas firmes. El costo de la belleza depende de la edad de la paciente y, obvio, del grueso de su cartera.
Esta nueva tendencia a buscar cirujanos plásticos con prestigio va en aumento, gracias no solo a las mujeres, ya que a este nuevo esquema también han entrado los hombres: de cada 10 operaciones, nueve son hechas a mujeres y una a los hombres.
Una cirugía estética (según lo que deseé el o la paciente) cuesta de cuatro a 12 mil pesos en una institución de salud pública, como el hospital civil. Esa misma operación en instituciones privadas oscila entre los ocho y 24 mil pesos, aunque depende del nosocomio: en el hospital San Javier, por ejemplo, el precio varía entre los 60 y 70 mil pesos.
Para los especialistas, es una práctica cotidiana. “La gente quiere verse mejor”. Al menos eso expresan quienes decidieron ponerse en sus manos, si bien existe otro factor poderoso en el género femenino: “80 por ciento de las pacientes reconoce su temor a envejecer”.
“Así lo dicen. Les da miedo ponerse frente a un espejo y verse viejas. Sienten temor de que la gente señale sus arruguitas en la cara o diga que están más gorditas”, indicó el médico adscrito a Cirugía plástica, del Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde”, Humberto Ramos.
El doctor presta sus servicios en el hospital escuela. Con su mismo equipo médico, técnicas, aparatos y utensilios, lleva a cabo operaciones en diversas instituciones privadas.
El equipo de Ramos efectúa entre 10 y 15 intervenciones quirúrgicas al mes en nosocomios particulares. En la institución pública a la que representa, esa cantidad llega a 35 en el mismo periodo. “Esto tiene que ver con las facilidades que damos, aunque la cuota de recuperación es forzosa”.

Consejo experto
El o la paciente solicita lo que quiere para su rostro o cuerpo, pero si está en manos de médicos con ética, recibirá una explicación acerca de si es procedente o no.
Las operaciones estéticas son realizadas en el contorno corporal y la nariz, sobre todo. El tratamiento facial se aplica para evitar las arrugas, por medio de inyecciones.
Las mujeres buscan, en primer lugar, aquello conocido como contorno corporal: liposucción, lipoescultura, levantamiento, aumento o reducción de mamas y la dermolipectomía abdominal, o sea, la eliminación del exceso de piel y grasa.
En estos casos, las dos áreas más socorridas son, en primer lugar, los senos, y en segundo término, el abdomen; seguido por los brazos y las piernas.
En el Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde”, según el procedimiento de que se trate, el costo promedio asciende a cuatro mil pesos por zona. Si alguien desea una reducción en las cuatro áreas mencionadas, el precio puede llegar a los 12 mil pesos.
Quienes más piden este tipo de operaciones son mujeres mayores de 35 años. “La paciente de más edad en el hospital civil es una persona de 75 años”.
En el caso de la dermolipectomía abdominal, el doctor recomienda efectuarla en mujeres que hayan tenido hijos y decidieron no procrear más. “No les pasa nada desde el punto de vista médico, es decir, en su salud. Sin embargo, la intervención sí representa un gasto, entonces que no lo echen a perder”.
En el hospital civil la cirugía estética de mamas cuesta ocho mil pesos. La paciente debe comprar por separado el implante que desea. Su precio en el mercado es de mil a mil 800 dólares (10 mil 500 a 18 mil 900 pesos).
Existen implantes en gel de silicón y en solución salina, los cuales se diferencian por su forma y calidad. A partir de la información médica proporcionada a la paciente, esta decide cuál cubre sus necesidades y presupuesto.
A ello hay que sumarle los medicamentos, sostenes de busto especiales y terapia de recuperación. Así, el costo total oscilará entre los 20 y 25 mil pesos.
No obstante, esa misma operación cuesta alrededor de 40 mil pesos en un hospital privado de mediana clase, “pero en el San Javier o el Country puede llegar hasta 60 o 70 mil pesos”.
Después de la cirugía de senos, las intervenciones más buscadas por las mujeres corresponden a glúteos y pantorrillas. Los costos por el procedimiento “son bastante similares” a la operación de busto, “solo que el implante del glúteo sí cuesta lo doble que el de mama: de mil 800 hasta dos mil dólares (18 mil 900 a 21 mil pesos)”, ya que son importados de Brasil y Estados Unidos.
Las jovencitas de 17 años son quienes más buscan aumentar alguna parte de su cuerpo, “mientras que en cuestión de quitar, predominan las mujeres de mayor edad”.

La belleza cuesta
El costo de la belleza no se limita a la parte económica. Es necesario agregar el dolor físico que sufrirá el paciente, las interferencias con la familia, el grupo de amigos, las labores en la escuela o el trabajo, las dietas especiales y el nuevo régimen de ejercicio físico.
Además de las cirugías estéticas corporales, están las faciales, mismas que, hasta cierto punto, resultan más económicas.
Es muy solicitada la operación en la nariz, seguida, en términos generales, de lo que los médicos llaman “tratamientos cosmetológicos”, los cuales son aplicados en la frente y el contorno de los ojos (para las patas de gallo). El método más usado son las inyecciones de botox.
El objetivo consiste en eliminar las arrugas. El costo es medido por unidades. Cada una tiene un precio de 50, 80 y hasta cien pesos. Si consideramos que por área se requieren alrededor de 70 unidades y tomamos como referencia el precio más alto, el monto asciende a siete mil pesos.
Tal vez no suene mal. Sin embargo, el tratamiento posee un efecto pasajero: dura entre seis y nueve meses. Después, debe aplicarse más unidades de botox si es que no quiere arrugas en su rostro.

No solo mujeres
Hasta hace unos años, hablar de cirugía plástica parecía un asunto exclusivo de mujeres, pero ya no es así: a esta práctica se han sumando los hombres. El objetivo puede ser una nariz más armónica, una cara joven, un cuerpo atlético o un aspecto más saludable. Así como ellos optan por mujeres delgadas, con un buen tamaño de busto, glúteos y sin estómago; ellas los prefieren con un cuerpo tipo atlético, de hombros y tórax anchos, abdomen plano y glúteos marcados.
Humberto Ramos explicó que en Jalisco los hombres recurren a tres operaciones la mayoría de las veces: la corporal, la de nariz y el trasplante de cabello.
Cualquier cirugía corporal o de nariz cuesta lo mismo en hombres o en mujeres. En cuanto al trasplante de cabello, el precio en un hospital privado asciende a 40 mil pesos por sesión, en cada una de las cuales se injertan de mil 500 a dos mil 500 unidades foliculares (cabellos).

Las bellas más bellas
Es reconocido por propios y extraños que las y los modelos deben mantenerse con un rostro y un cuerpo lozano, jovial.
Óscar Lupercio, director adjunto de la agencia Maniquí Modelos, aseguró que la práctica de conseguir la belleza gracias a un procedimiento quirúrgico va en aumento.
“Si es una cirugía realmente estética, está bien, aunque nosotros preferimos el cuerpo natural, porque una cirugía se nota muchísimo”. Siempre es posible mejorar ciertos rasgos, el problema es que la persona se halle en buenas manos. Si es así, “nosotros no estamos en contra”.
Recordó que hasta hace unos años las modelos mexicanas, y las jaliscienses en particular, se operaban las orejas. Solo en fechas recientes las bellas más bellas recurren a una cirugía plástica “en el busto, sobre todo; nariz y algo de liposucción”. Esta última es menos frecuente, pues “las modelos están más conscientes de hacer ejercicio y mejorar su alimentación”.
En Venezuela, Brasil y Colombia la belleza física es altamente apreciada. Por esta razón, las operaciones estéticas son una práctica normal. Como ir al dentista.
Las colombianas, “en lugar de una fiesta para celebrar sus 15 años o un viaje, piden una cirugía”. En Venezuela, país que se caracteriza por sus mujeres hermosas, el bisturí “es como un pase, un requisito en sus certámenes de belleza: antes de asistir a un concurso, entras a una preparación y ahí empiezan a hacerte todos los arreglos”.
La trabajadora social Guadalupe García, quien presta sus servicios en el viejo hospital civil, expresó que a las cirugías plásticas recurren personas que “no encuentran satisfacción en sí mismas ni en lo familiar o en el medio en que viven, tienen una autoestima baja y están influenciadas por los medios de comunicación”.
El fenómeno aparece más en los jóvenes, pues buscan sentirse aceptados por la sociedad. “Hay quienes pierden el lazo con la realidad. Algunos pacientes piden una cirugía, luego otra y le sigue otra. No tienen llenadero. Pierden su propia identidad. Se despersonalizan: las puedes ver muy bonitas, pero nada que ver con su propia realidad”, concluyó.

Papada y vanidad

Por razones personales, Mary no quiso revelar su identidad, pero es una de las docenas de pacientes que mes con mes acuden al nuevo hospital civil de Guadalajara para ponerse en manos de los expertos y practicarse una cirugía plástica.
“Solo quería que me quitaran algo de papada, pero luego de una revisión médica el doctor Humberto Ramos me convenció con argumentos de que también me haría una rebajita en las mejillas, y le dije que sí”.
Mary no quiso entrar en detalles porque “ni en mi casa saben que me hice la cirugía, bueno solo sabe una de mis hijas, quien fue quien me cuidó mientras me daban de alta en el hospital”.
Sobre cómo pudo ocultarle a su familia una cirugía plástica, dice: “no, no se dieron cuenta, porque la cirugía fue muy limpia. No me dejaron moretones, solo un poquito hinchada pero se me quito rápido. En mi casa solo me decían: ‘¿qué te hiciste? te veo un poco rara, ¿qué cremas estas usando?’.”
Y es que doña Mary nos confesó que tiene 63 años de edad y con la cirugía su apariencia es de entre ocho y 10 años menor.
Entrevistada por separado, Priscila Segundo tiene 23 años de edad. A ella le practicaron una cirugía en la nariz. Tenía el tabique tan desviado que la cirugía era necesaria y quiso aprovechar el momento para que de una vez le hicieran una nariz más estilizada. “La verdad, por pura vanidad”.

Artículo anteriorAcuerdo No. 03/2006
Artículo siguienteSí a los transgénicos