Cartilla de los derechos sexuales

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“Dígalo con kisses (besos)”, dice el lema publicitario de un producto de chocolate de una compañía extranjera. Pero en ocasiones éstos pueden ser sancionados.
La clásica escena de unos novios que se besan bajo la luz de la luna, es invadida por otra luz: la de la sirena de la patrulla de policía, que con el argumento de “faltas a la moral”, extorsiona o chantajea a la romántica pareja.
¿A quién no le ha pasado lo anterior?
“La expresión sexual es más que el placer erótico en los actos sexuales. Cada individuo tiene derecho a manifestar su sexualidad a través de la comunicación, el contacto, las emociones y el amor”, podemos leer en la declaración de los Derechos sexuales adoptada por la Asociación Mundial de Sexología (en inglés, WAS), durante el XIII Congreso mundial de sexología, realizado en Valencia, España, en 1997.
De acuerdo con la cadena mediática BBC, de Londres, este documento fue el primero en fijar criterios para garantizar las aspiraciones morales y políticas de los habitantes del mundo con respecto al tema.
La declaración elaborada en Valencia, fue revisada y aprobada por la asamblea general de dicha organización, el 26 de agosto de 1999, en Hong Kong.
El documento añade: “La sexualidad es construida a través de la interacción entre el individuo y las estructuras sociales. El desarrollo pleno de la sexualidad es esencial para el bienestar individual, interpersonal y social”.
Desde un punto de vista práctico, informa: “Los derechos sexuales son derechos humanos universales basados en la libertad inherente, dignidad e igualdad para todos los seres humanos. Dado que la salud es un derecho humano, fundamental, la salud sexual debe ser un derecho humano básico”. Punto.

Una herramienta de prevención
La declaración de los Derechos sexuales, de la WAS, es uno de los tantos tratados internacionales que han repercutido en comunidades pequeñas.
En enero de 2003, con el lema “Hagamos un hecho de nuestros derechos”, fue presentada en México la Cartilla nacional de los derechos sexuales, un trabajo en conjunto de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y organizaciones no gubernamentales.
Aquí llegó un poco tarde, pero el 13 de junio pasado, la presentación de la Cartilla de los derechos sexuales, de las y los jóvenes en Jalisco, fue una realidad. El documento, puramente de carácter informativo, es difundido por la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ), la Coordinación de Servicios Estudiantiles, de la Universidad de Guadalajara y las asociaciones civiles Diversidad sexual, Checcos, Colectivo Ollín y la Red de jóvenes por los derechos sexuales, a partir de hace tres años.
En 13 señalamientos, la cartilla informa, entre otros derechos, el de ejercer y disfrutar plenamente la vida sexual, el del respeto a la intimidad y la vida privada, el de la igualdad de oportunidades y la equidad, el de decidir con quién compartir la sexualidad o el derecho a los servicios de salud sexual y reproductiva.
Francisco Javier Romero Mena, titular de la Coordinación de Servicios Estudiantiles, dice que “creer que los estudiantes entre los 15 y 25 años no tienen relaciones sexuales antes del matrimonio y que carecen de experiencia sexual, es cerrar los ojos a la realidad”.
Menciona como ejemplo la Bolsa de trabajo dentro de la coordinación que dirige. En esta existen unas 300 solicitudes de estudiantes activos que son padres o madres de familia. “Quizá algunos estén casados, pero por lo menos un 10 o 15 por ciento de estos son padres o madres solteras que tienen la responsabilidad del hijo, de sus estudios y de la familia”.
Con responsabilidad
Las voces en contra de esta herramienta informativa, ya sonaron. En la edición del 24 de julio, de Semanario, órgano de la Arquidiócesis de Guadalajara, el cardenal Juan Sandoval íñiguez afirma que la cartilla es “mucho veneno en un recipiente pequeño”.
Señala que tal documento habla de derechos, pero nunca de obligaciones.
El coordinador de capacitación de la CEDHJ, Eduardo Sosa, comenta al respecto: “No estamos promoviendo un ejercicio irresponsable de los derechos sexuales”, por lo que capacitarán a jóvenes en las siete regiones del estado para que difundan los mencionados derechos.
Adriana Rodríguez, coordinadora de la Red de jóvenes, asegura que “no se habla de libertinaje, sino de salud sexual y reproductiva. La constitución garantiza el derecho a la información, educación, y ahí entra la parte sexual. La línea moralista se carga a manifestar que la cartilla es inmoral. No. Es una invitación a que las personas asuman su bienestar. No se trata de te doy un condón y listo”.
Eduardo Sosa explicó que aquellas personas que sean agredidas en sus derechos podrán recibir asesoría en la CEDHJ sobre el caso, ya que no todos son de la competencia de este organismo y algunos los canalizarán a otras dependencias.
Sandoval íñiguez va más allá: “Me gustaría saber si quienes tienen familia y forman parte de esta Comisión de Derechos Humanos u ONG’s, darán a sus hijos de 12 o 14 años esta cartilla, para que sea norma de su conducta”.
Eduardo Sosa aclara: “La libertad pasa por la conciencia”, y la conciencia tiene su base en la percepción de la realidad:
• En México casi un 21 por ciento de los homosexuales son discriminados a la hora de solicitar un trabajo, a causa de su preferencia sexual.
• Cada año cerca de 380 mil mujeres adolescentes resultan embarazadas.
• Al año, 500 mil se ven en peligro de muerte a causa de un aborto clandestino.
• Una realidad es que de cada 100 víctimas de la violencia, 96 son mujeres.
• Al año acuden a la CNDH cerca de 110 mil quejas sobre explotación sexual comercial en infantes.

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