Blas Jasso Hinojosa

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Con 25 años trabajando en la Universidad de Guadalajara, el doctor Blas Jasso Hinojosa recibió el 13 de agosto, el reconocimiento como Profesionista del año 2013, en el ramo de la Psicología, otorgado por el gobierno del estado de Jalisco, la Secretaría General de Gobierno, la Dirección de Profesiones del Estado y los Colegios de Profesionistas del Estado.

El investigador del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), considera que este nombramiento le da crédito al trabajo que ha estado realizando en el campo de la salud mental, mismo que fue entregado, además, a profesionales de distintas áreas, como la medicina, la arquitectura, entre otras.

Jasso Hinojosa cuenta con una formación integral en la Universidad de Guadalajara, en la que cursó la licenciatura, maestría y doctorado en psicología. Actualmente ejerce la docencia en psicología en la Escuela Vocacional y pertenece al Departamento de Clínicas de la Salud Mental, del CUCS.

¿Cuál es el tema al que dedica su investigación?
Estudio la ética del psicólogo, que fue por lo que me dieron el reconocimiento, lo que tiene que ver con los procesos legales de la intervención terapéutica en la psicología. Me refiero a que comúnmente hay un número elevado de charlatanería en la impartición de terapia psicológica y ha habido muchas personas que se han metido a esto sin tener la formación adecuada. Yo he sacado varias notas en diversos medios con referencia a esto, porque ha aumentado el fenómeno de manera alarmante, igual que el número de pseudoterapeutas y pseudopsicólogos.

En lo personal, ¿qué representa este reconocimiento?
Significa que los comentarios que hemos hecho en los medios de comunicación, con respecto del trabajo que he estado difundiendo, han tenido trascendencia, en el sentido de que la Universidad está formando profesionales con un alto nivel de calidad en su enseñanza.

¿Qué representa para la UdeG?
Llevo 25 años en la Universidad. Entré joven a dar clases y el hecho de que se haga ese reconocimiento para mí es muy satisfactorio, sobre todo en nombre de la Universidad, pues estuvieron ahí otras casas de estudio, y en el área de la psicología se reconoció mi trabajo en el ámbito estatal. Ahora esperemos que lleven las ideas más arriba. El hecho de que sea premiado el estudio que realicé, es la parte que más me motiva, que la tomaron en cuenta. Y fue analizada por muchas personas, pues yo quería compartir esto con mi Universidad.

¿Qué significa para usted seguir colaborando con la Universidad a través de la docencia?
Lo más importante es que te tiene actualizado, es decir, en el ejercicio profesional uno se mete a aspectos más particulares de los pacientes, pero la docencia hace y te obliga a que estés actualizado y que tengas herramientas más pedagógicas para poder transmitir las ideas.

¿Qué consejo da a los psicólogos en formación?
Les sugiero que delimiten bien el campo en el que se quieren desempeñar, porque una cosa es ser un investigador de la conducta, y otra es que decidan si se van a dedicar a la psicoterapia clínica. Son dos cuestiones diferentes, y que cultural y socialmente se vinculan y desarrollan de una manera errónea. Desempeñar esto puede generar conflictos en la sociedad, porque deteriora la imagen que se tiene de la psicología. Por eso es importante desarrollarse como psicoterapeuta, porque un psicólogo no es un psicoterapeuta. La psicoterapia es una especialidad. Un psicólogo sabe cuál es el comportamiento humano, pero no es psicoterapeuta. Es como el médico, que sabe cuáles son las afecciones físicas, pero no es un cirujano.

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