120 años de observar el cielo

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Este 2009 es año de festejos astrónómicos. Además de ser el Año internacional de la Astronomía, designado por la UNESCO, el Observatorio Astronómico y Meteorológico del Estado, hoy Instituto de Astronomía y Meteorología (IAM) cumple 120 años de investigación y divulgación de las ciencias astronómicas y meteorológicas.
El IAM es una institución de la Universidad de Guadalajara, integrada por 18 académicos e investigadores, entre los cuales hay personalidades como el doctor íngel Meulenert —director del Instituto—, doctor Víctor Cornejo, la doctora Silviana Navarro, el maestro Gustavo Salgado, el doctor Héctor Magaña, el doctor Luis Corral, y el maestro Rubén Bautista, entre otros, quienes por la radio o televisión informan sobre el prónostico del tiempo.
Detrás del IAM hay una historia que contar. Desde el primer telescopio de fabricación inglesa tipo Galileano, con que contó el instituto, hasta la creación de observatorios meteorológicos en regiones como Puerto Vallarta.

De observatorio a instituto
Fue el 2 de abril de 1889 cuando fue creado el Observatorio Astronómico y Meteorológico del Estado y para 1925, se integra a la Universidad de Guadalajara, convirtiéndose en la primera dependencia dedicada esencialmente a la investigación científica. A partir de 1947 cobró su nombre actual.
Su primer director fue el presbítero Severo Díaz Galindo, quien se distinguió por realizar observaciones meteorológicas y proponer un modelo de predicción del clima. La leyenda cuenta que cuando Severo Díaz salía a la calle con su paraguas, la gente daba por entendido que ese día llovería.
Bajo la dirección de Díaz Galindo, el observatorio alcanzó renombre a nivel local, nacional e internacional. Además, existía la participación de las sociedades científicas y de profesionales más importantes de la época.
Que los jóvenes se interesaran en este trabajo científico era uno de sus objetivos, como él lo explicó en 1934: “Crecidos los medios de trabajo del observatorio, puestos al corriente los laboratorios anexos, podamos llamar a los jóvenes a cursar nuevas carreras científicas de especialización y se acabe la rutina de las tres profesiones que limitan la pujante actividad de la presente juventud. De ahí podrán salir físicos titulados, botánicos, geólogos, geógrafos, y en general naturalistas distinguidos”.
Posteriormente, el presbítero José María Arreola y Severo Díaz llegaron a realizar puntales en trabajos e investigaciones sobre meteorología y astronomía. Arreola diseñó un “evaporómetro”, de cuya descripción dejó un opúsculo y Díaz sobresalió en observaciones meteorológicas. Éste último también realizó estudios por los años 20 en donde suponía la idea de que en Marte, el conocido Planeta Rojo, podría haber vida.
Las evidencias demuestran que en 1896 ya se hacían observaciones o registros meteorológicos en la sede actual del instituto, ubicado en Avenida Vallarta a un lado de Los Arcos. En esa época las instalaciones estaban ubicadas a algunos kilómetros de la civilización. Hoy en día es una de las avenidas más transitadas de la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Uno de los primeros aparatos del instituto fue un telescopio de fabricación inglesa tipo Galileano. Tenía dos lentes, uno de ellos con seis pulgadas de diámetro y un sistema de relojería para compensar el movimiento de la tierra. Este telescopio se encuentra en la torre del observatorio y aunque ya no funciona para cuestiones científicas, aún es útil para cuestiones didácticas.
Además de Severo Díaz, Jesús Arias Villegas, Pablo Gonzalo Franco, Enrique Flores Tritschler, Francisco Villalpando Ibarra, Rogelio García Castro y Valentina Daydova Belitskaya fueron algunos directores del observatorio, hasta el actual, Miguel íngel Meulenert Peña, quien desde 2001 dirige el IAM.

La falta de cielo negro
Diversas son las aportaciones del IAM a la sociedad y a la ciencia, entre ellas, el reporte meteorológico, la docencia en diferentes niveles en las disciplinas de astronomía y ciencias de la atmósfera, y la investigación de temas como las nebulosas planetarias, regiones de formación estelar, galaxias, estrellas de alta masa, especialmente las llamadas “estrellas luminosas azules”, indica el investigador Durruty Jesús de Alba.
El Instituto está conformado por 18 académicos e investigadores (seis dedicados a la astrofísica, siete a la meteorología, dos al área de historia de la ciencia, a su divulgación y al aprovechamiento de energías renovables, y tres en el área de predicción meteorológica), quienes trabajan en el estudio de distintos fenómenos astronómicos.
Sin embargo, se enfrentan a algunos problemas. Uno de ellos es no tener un cielo oscuro en la ciudad, lo que ocasiona dificultad para observar las estrellas.
La investigadora Silvana Navarro Juárez señaló que “es un problema para los astrónomos porque la mancha urbana crece y está dañando seriamente el cielo. Por eso es muy importante defender nuestro cielo y cuidar que la luz que se utiliza en las ciudades no sea contaminante y que esté dirigida al suelo y no al cielo”.
Navarro Juárez comentó que el tema de la astronomía está comenzando a resurgir en el instituto, con el objetivo de difundir el trabajo que se realiza en Jalisco sobre esta ciencia.
“Existen fenómenos astronómicos que pasan desapercibidos para mucha gente como las lluvias de estrellas o la luna, que es de lo poco que podemos ver en Guadalajara, porque ya las estrellas muy difícilmente las podemos ver”.
Por su parte, el doctor Luis Corral agregó que la luz de noche es contaminación. “Evita ver las estrellas del cielo nocturno pero podemos hacer algo como apagar un foco”.

Año de la astronomía
Este 2009, se festeja a nivel mundial el Año Internacional de la Astronomía, declarado por la UNESCO y la Unión Astronómica Nacional. Esta celebración conmemora la primera vez en que el científico Galileo Galilei observó el cielo y la luna a través de un telescopio que él mismo construyó hace 400 años y descubrió que la vía láctea estaba formada por millones de estrellas. También pudo ver los satélites de Júpiter, con lo que constató que la tierra no era el centro del universo.
En el marco de la celebración, el IAM realizará durante todo el año el ciclo “Charlas a la luz de la luna”, el cual incluye conferencias, exposiciones, talleres y observaciones nocturnas, entre otras actividades.
El primer radioastrónomo de México y presidente de la Sociedad Mexicana de Física, Luis Felipe Rodríguez, ofrecerá una conferencia magistral en el marco del festejo. También, durante todo el mes de marzo se realizará la actividad “Midamos el radio de la tierra” en todas las escuelas secundarias del estado.

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