Fotografía: Abraham Aréchiga

Se encienden las luces del Teatro Jurídico del CUCSH y de una puerta aparece el disidente político Pedro, amarrado y lastimado. Lo recibe el Capitán, un agente del Estado que le exige nombres de su grupo a cambio de la seguridad de su familia; durante el desarrollo de la obra, la víctima recuperará la dignidad que contagiará a su torturador, quien repara en su propia humanidad.

El profesor investigador del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), Sergio Israel Quiñones Rodríguez, y responsable del “Laboratorio de arte escénico para el análisis jurídico-social” dirige al elenco de Pedro y el Capitán, una obra teatral de Mario Benedetti que aplica para cualquier dictadura y nación represiva latinoamericana.

“Escribe la obra pensando en cientos o miles de presos políticos, de detenciones arbitrarias a los opositores de los regímenes y trata de dejar este testimonio de lo que es una práctica, una ignominia a la humanidad, la tortura que se da y la prisión política de los delitos políticos”, dijo Quiñones Rodríguez.

La obra consta de dos personajes, Pedro, el preso político desaparecido y torturado, y el Capitán, una pieza clave de cualquier Estado democrático, que atormenta psicológicamente a los disidentes por razones de seguridad nacional.

Fotografía: Abraham Aréchiga

“Este episodio es clave para entender el presente porque la tortura también es una práctica que ha evolucionado y podemos pensar que la tortura se ha refinado: es más dolorosa y enfocada en la tortura psicológica”, acotó el profesor-investigador.

La obra pone en relieve una discusión actual sobre la persecución y la tortura como “mecanismos” a través de los cuales cualquier Estado, aunque se diga democrático, aplica en lo cotidiano.

“Es la oportunidad de poder llevar a la discusión el tema de la tortura y la persecución política que no es de hoy, sino de siempre y aunque nos llenemos de instrumentos jurídicos que pretenden establecer una realidad distinta, lo cierto es que el mecanismo de poder siempre va a encontrar alguna forma de poder atacar a la población”, dijo.

La obra repara en que la dignidad no sólo la pierde la víctima, también el victimario ante un sistema que aplica controles contrarios a los derechos humanos para supuestamente garantizar la seguridad.

Fotografía: Abraham Aréchiga

Hay un sistema y un elemento corporativo que les obliga a torturar y donde ellos también son víctimas. No es algo sencillo, tampoco se justifica, pero al final del día son productos de una falla estructural tanto policía, militar o agentes de investigación que el propio sistema los obliga a estas prácticas”.

La compañía de Teatro Jurídico se integra de 22 estudiantes y egresados de la carrera de Derecho. Para la puesta en escena de Pedro y El Capitán se seleccionó el elenco de cuatro estudiantes que alternarán las funciones.

Se trata de los actores Héctor Alejandro Trujillo Héctor Rocha, de cuarto semestre; José Luis González, egresado; Gerardo Ulises García Martínez, egresado; Gilberto González Olmos, del noveno semestre y asistente de dirección. En la producción, Ehecatzin Ortega, estudiante y responsable de la luz y sonido, y en la fotografía el estudiante de Derecho Gael Antonio Rafael Mendoza.

Fotografía: Abraham Aréchiga

De acuerdo con Quiñones Rodríguez, la compañía se entrena a través de un taller de teatro jurídico con apreciación de la disciplina, exploración de técnicas y ejercicios libres para que descubran sus dotes histriónicos.

“Creo que esta apuesta reafirma las habilidades que necesitan como profesionales del derecho: la capacidad de argumentación, de histrionismo y, sobre todo, lo más importante, la sensibilidad social”

La obra se presentará los días 8, 13, 14, 21, 23 de mayo a las 12:00 y 19:00 horas; y el 17 y 24 de mayo a las 20:00 en el Teatro Jurídico localizado en la planta baja del Edificio I del CUCSH Belenes. La entrada es gratuita previa inscripción a través del formulario.

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