Una serie de números y signos aparecen en el pizarrón, mientras su cabello largo se mueve al compás de su actitud desenfadada. Apariencia que contrasta con la imagen que podríamos tener de un joven matemático.
Él es Manuel Alejandro Leal Camacho, ganador de presea de oro en la pasada Olimpiada Nacional de Matemáticas, y a quien siguen atentos Eduardo y Michael, en un curso ameno, en el que bromean sobre su atuendo, edad o hasta del mínimo error de alguno de ellos. Todos estudian para las olimpiadas de matemáticas; mientras, sus casi tres mil compañeros de la Preparatoria 5, no han regresado a clases. Esta preparatoria de la Universidad de Guadalajara ha obtenido cinco medallas de oro, plata y bronce en estos certámenes.
El ambiente competitivo, aunque también de superación, es semejante al espíritu de la preparatoria, la cual está inmersa en la búsqueda de una certificación internacional para brindar mejores servicios educativos a sus estudiantes, con distintas líneas estratégicas forjadas a través de los 35 años de existencia del plantel, para con ello obtener un mayor reconocimiento de aspirantes, alumnos, docentes, directivos y padres de familia.
Guía
Al arribar al plantel ubicado cerca de la estación Urdaneta del tren ligero, personal de seguridad de la prepa 5 y sus puertas giratorias, detienen al visitante. Se requiere el registro y una credencial electrónica.
El orden, la seguridad y la disciplina, constituyen una de las seis líneas de acción que forman parte del Plan estratégico 2008-2010 del plantel, el cual tiene seguimiento y aplicación.
El director del plantel, el maestro José Manuel Jurado Parres, destacó que otra línea de trabajo es el sistema de gestión de calidad, para lograr la certificación. De acuerdo con la página de internet de la preparatoria, en la bienvenida al nuevo ciclo escolar 2010 “A”, respecto a los avances sobre el sistema de calidad, informó el logro de la documentación del 100 por ciento de los procesos.
Mejora continua
La Preparatoria 5 está en la última etapa para conseguir la certificación internacional con la norma ISO 9001-2008 de gestión de calidad para tres procesos: ingreso, permanencia y egreso de los estudiantes. El trabajo inició en noviembre de 2008.
La coordinadora de imagen y calidad educativa, Rosa Elena Richart Varela, detalló que el pasado 11 de enero, la institución certificadora (Global Standard) realizó una preauditoría, la que dejó 19 observaciones y en las cuales trabajan para cumplir los requerimientos.
“Ha sido un proceso largo, de casi un año. Primero tuvimos que pasar por las etapas de sensibilización, capacitación, hasta llegar a la identificación de procesos, para cumplir con la norma. Los procesos de mejora están en marcha”, añadió Jurado Parres.
Durante febrero será efectuada la auditoría de certificación. De pasarla con éxito, el plantel podría recibirla en abril próximo y con esto convertirse en la primera preparatoria de la UdeG en alcanzar este reconocimiento para dichos procesos.
A unos meses de haberse implantado el sistema de calidad, se ha logrado fortalecer, por ejemplo, el derecho del estudiante a una revisión de su evaluación. Desde el semestre pasado, “la Preparatoria 5 tiene evidencias de ese derecho. Fueron 10 inconformidades, de las cuales dos procedieron”, añadió Richart Varela.
Con esta certificación también son optimizados los recursos económicos y disminuye el desgaste del personal, puesto que no se duplican tareas. La meta final es aumentar los índices de aprobación y disminuir la deserción.
Tutorías
Otra línea de acción es el seguimiento y evaluación de los procesos académicos, dentro de los cuales es impulsado un sistema de tutorías, que permite detectar y resolver a tiempo, problemas o rezagos en cuestiones académicas.
El coordinador de tutorías, Antonio Sandoval Romero, detalló que se trata de que los alumnos de la Preparatoria 5 tengan el mayor apoyo posible desde el punto de vista académico, personal y emocional.
Aunque las tutorías son brindadas a partir de hace mucho tiempo, la coordinación de este modelo (creada en agosto de 2009) organiza de manera diferente el trabajo y para ello tiene a su cargo 30 tutores. Cada uno es responsable de dos grupos. Además hay una tutoría de orientación y disciplina universitaria, conformado por siete personas.
Antonio Sandoval y Rosa Richart explicaron que dicho esquema ayuda al seguimiento de los programas académicos y trata de solucionar los problemas de convivencia y conducta de los alumnos. Esto permite evaluar el desempeño de los académicos y estudiantes.
Consideran que de funcionar este modelo, puede ser un elemento permanente del plantel. Puesto que el 100 por ciento de los procesos están documentados, cualquier administración puede darle continuidad. “Claro, puede recibir mejoras” e incluso, implementarse en otras preparatorias de la Universidad”, agregaron.
Avances y retos
Una más de las líneas de trabajo es la restauración de la infraestructura física. De acuerdo con el director de la escuela, “estamos a punto de completar el 100 por ciento de aulas con nuevas butacas, iluminación y pintura”. Hasta cuentan con ventiladores. También fue instalado equipo multimedia (proyectores y bocinas), para facilitar la enseñanza. Hasta hace año y medio sólo un aula contaba con este equipamiento.
La secretaria del plantel, Frida Lorena Pérez Solís, comentó que han sido habilitados otros espacios, con el propósito de que los jóvenes, como los que participan en las olimpiadas de la ciencia, puedan recibir un mejor entrenamiento.
“Cuando llegué, había un listado de requerimientos, desde las aulas que estaban mal, hasta el laboratorio de matemáticas. Ya se definieron funciones. Además, hay un ambiente de trabajo adecuado o por lo menos el necesario”.
El auditorio fue habilitado y recibió equipamiento nuevo, repararon azoteas, una parte de instalaciones eléctricas, además de que el laboratorio de matemáticas recibió equipo y computadoras.
Dicha remodelación –añadió– pretende consolidar el bachillerato general por competencias (aplicado en el plantel por dos semestres completos). Su planeación académica es por unidades de aprendizaje y orientadas a competencias, para lo cual profesores y alumnos requieren el uso de tecnologías y prácticas. Para conseguir esta meta contaron con el apoyo del Sistema de Educación Media Superior y de los padres de familia.
Pérez Solís subrayó que la coordinación académica busca mejorar el perfil de los profesores, para que éstos, junto con la infraestructura y equipamiento, posibiliten una mejor educación.
Otra tarea pendiente es la renovación tecnológica. “Hace falta renovar los equipos de los dos laboratorios de cómputo, ya que la tecnología cambia rápidamente. Ya están rebasados”.
Comentó que es necesario dar continuidad al trabajo realizado en las administraciones. Una de las ventajas actuales es que “hay planeación y sabemos a dónde vamos”.
Balance
Jurado Parres subrayó que ante los problemas sociales, económicos y políticos que enfrenta México, la educación “es una de las tablas de salvación”. Pero debe ser “una buena educación. ¿Qué tratamos de hacer? Brindar una educación integral, que incluya la responsabilidad, el respeto, la obediencia a normas, que los alumnos sepan del rigor académico”.
Para lograr estos planes se requiere de ambientes de aprendizaje en aulas, pasillos e instalaciones. Esto inicia con limpieza, orden y disciplina. Con las líneas de trabajo, algunas de las cuales operan al 100 por ciento, pretenden que la comunidad del plantel tenga las condiciones adecuadas para el cumplimiento de sus tareas.
“Recibimos a los mejores estudiantes del nivel bachillerato de la Universidad, los que tienen los más altos puntajes. Eso nos obliga y debemos dar respuesta. Un gran número de jóvenes de la escuela han triunfado en las olimpiadas de la ciencia. Creo que académicamente estamos obligados a ser una excelente escuela”.
A 35 años de la fundación de la preparatoria, ésta es una comunidad emblemática en la vida de la UdeG.
