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Jesús Meza: el científico drag frente al espejo

De día se dedica a enseñar Bioquímica y Biología Molecular en el Centro Universitario de los Valles, pero de noche, después de maquillarse y caracterizarse, este académico se convierte en el atrevido Gala Varo

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Frente al espejo, Jesús empieza a cubrir su cara con polvo y cremas; con habilidad afila sus rasgos, mientras recuerda su infancia, cuando se imaginaba como Dexter, el niño científico de las caricaturas.

Después de una hora, el maquillaje transforma el rostro de este científico, especialista en inmunología, cuya mirada ahora es la de un personaje altanero, extrovertido, que sobresale en la escena drag.

Jesús Meza Arroyo. Fotografía: Dulce Polanco

Se llama Jesús Meza Arroyo y se dedica a enseñar Bioquímica y Biología Molecular en el Centro Universitario de los Valles, aunque también investiga sobre terapias antitumorales, un trabajo que desarrolló en su paso por el doctorado en Ciencias Biomédicas del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS).

“Lo que hicimos fue investigar un fármaco antioxidante que se usa en el tratamiento de las várices y problemas circulatorios, y vimos que había un efecto antitumoral que podía destruir esas células tumorales”.

Pero a veces Jesús cambia las batas, la investigación científica y los salones de clase por maquillaje, antros nocturnos y zapatos de plataformas de 15 centímetros.

Bastan algunos minutos frente al espejo para que surja la imponente mirada de Gala Varo, un personaje atrevido, un poco orgulloso, que con su soberbia presencia cautiva los escenarios que pisa.

“Podríamos decir que tengo dos trabajos: el de día y el de noche. Me gusta mucho la danza y las artes circenses, estudié un poco de técnicas aéreas al mismo tiempo que mi carrera de Químico Farmacobiólogo”.

Jesús Meza Arroyo. Fotografía: Dulce Polanco

Una ciudad de oportunidades

Este moreliano supo que quería dedicarse a la ciencia desde joven, ya que sus padres estaban inmersos en ella y estuvo en contacto con laboratorios y términos científicos.

Aunque también desarrolló una pasión por lo artístico, el teatro y el circo, sin saber que después dividiría sus días entre maquillaje y análisis clínicos.

“Desde niño de alguna manera me visualicé como Dexter, me encantaba su caricatura, y mis papás se desarrollan en el ámbito de la salud, mi mamá es dentista y mi papá es médico. De alguna manera sabía que quería hacer eso”.

Con 23 años, Jesús llegó a Guadalajara para estudiar su doctorado en el CUCS y aunque dedicaba parte de su tiempo a la investigación, también explotó sus habilidades artísticas.

Así creó a Gala Varo, quien desde hace tres años surge eventualmente para entretener a los fans que siguen su talento.

Jesús Meza Arroyo y «Gala Varo». Fotografía: Dulce Polanco

Una mezcla de estilos

Gala Varo significa una sensación de seguridad para Jesús, y surge de las personalidades de dos mujeres que lo inspiran: Gala Éluard Dalí, artista surrealista y esposa del pintor Salvador Dalí; y la multifacética Remedios Varo, pintora española que usaba la creatividad para describir su entorno.

“Creo que todas las pinturas de Remedios Varo son increíblemente mágicas e involucran ciencia, arte y un trabajo de introspección y conocimiento que la artista tenía de sí misma”.

“De alguna manera creo que en sus pinturas hay personajes tan fantásticos que se pueden adaptar a esta construcción y creación de personajes para la propuesta escénica”.

Para este científico, Gala representa una mezcla del arte de Remedios Varo y las mujeres fuertes que inspiran a otras personas. Y también incluye un poco de aquellas mujeres de rasgos masculinos que se alejan de los cánones de belleza.

“El concepto de drag ha evolucionado tanto que no sólo se trata de vestirse de mujer o usar indumentaria del otro género, sino en construir todo un personaje que puede venir dentro de ti”.

Jesús Meza Arroyo y «Gala Varo». Fotografía: Dulce Polanco

Gala no vive en casa

Cuando Jesús vuelve a casa de sus padres, la ciencia es uno de los principales temas de conversación. Les comparte sobre los resultados de su estudios o novedades de la universidad; alguna vez incluso llegó con la noticia de su ingreso al Sistema Nacional de Investigadores.

“Estoy trabajando en la evaluación de factores transcripcionales en células leucémicas con tratamientos quimioterapéuticos”.

Pero nunca les habla de Gala, no existe para ellos.

A veces deja a su personaje esperándolo en Guadalajara, una ciudad en la que pudo desarrollar sus talentos artísticos sin descuidar el trabajo en la academia y los prejuicios que pudiera traer consigo su afición al drag.

Jesús tiene bien claro que existen dos mundos diferentes para él y los mantiene separados, aunque en ocasiones llegan a interactuar entre ellos.

Recuerda que algunos de sus alumnos saben de sus actividades artísticas, pero nunca ha recibido reacciones negativas, sino todo lo contrario.

Jesús Meza Arroyo y «Gala Varo». Fotografía: Dulce Polanco

Dos personajes juntos

En el futuro, Jesús no descarta trabajar con Gala Varo para compartir sus conocimientos en inmunología y otras ciencias, y le gustaría ver a su personaje frente a las pantallas haciendo divulgación científica.

“A lo mejor sí, a través de Gala puedo hacer que una persona se interese a la ciencia, pues qué bonito que el día mañana alguien diga ‘es que vi a un investigador que se vestía de mujer y que comunicaba ciencia’, sería algo muy padre”.

Gala nunca se queda quieta y sin problema se mueve sobre plataformas de hasta 30 centímetros. Pues Jesús ahora se mantiene tranquilo, mientras deja que el personaje de más de un metro ochenta sea el foco de las miradas y los reflectores.

Después de todo llevan años acompañándose y aprendiendo el uno del otro.

“Gala me deja hacer todo lo que me da miedo, y sé que los miedos aún están ahí, pero me ha enseñado mucho más, me ha enseñado a quererme a mí mismo”.

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