Analizan papel de la mujer en la investigación

30 Académicas del CUCEA se reúnen para compartir proyectos de investigación, experiencias y desafíos

577
Fotografía: Adriana González

Con mesas de trabajo en las que se presentaron proyectos de investigación en curso, experiencias y redes de acompañamiento, así como los modos y métodos que integren las vivencias y sentipensares de las mujeres, se llevó a cabo esta mañana el Círculo de acompañamiento entre mujeres para la generación del conocimiento.

 Las actividades, que tuvieron como sede el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), en el marco del Día Internacional de la Mujer, surgen como una iniciativa de un colectivo de profesoras-investigadoras del plantel preocupadas por cómo dentro de la ciencia más tradicional se siguen reproduciendo formas o perspectivas epistemológicas de hacer investigación que reproducen algunas de las cosas que se critican del sistema patriarcal, heteronormado, capitalista y colonial.

“Las universidades surgieron en un periodo de la Conquista, son producto de ella y de alguna manera han reproducido las formas de organización y producción del conocimiento supeditadas a la cultura eurocéntrica. Es importante repensar otras formas de hacer conocimiento desde nuestros contextos latinoamericanos y desde nuestras realidades, tan complejas y particulares, que estamos enfrentando”, expresó Kenia Ortiz Cadena, investigadora del CUCEA.

Fotografía: Adriana González

La académica dijo que no es un hecho aislado que haya más de 100 mil personas desaparecidas en el país, y de ellas cerca de 15 mil en Jalisco; el que estemos en un contexto de altos feminicidios, en una situación en la que pareciera que el sistema patriarcal se ensaña en seguir operando desde distintas perspectivas.

“Aun cuando desde la academia hemos hecho un esfuerzo porque las cosas se construyan desde otras perspectivas, es muy rico que nos encontremos entre las profesoras e investigadoras y planteemos otras formas de hacer investigación, que reflexionemos, discutamos, intercambiemos opiniones y veamos cómo comprometernos con estos contextos complejos, socialmente particulares, donde los sistemas heteropatriarcales, coloniales y capitalistas cada vez despliegan una serie de problemáticas que consideramos nos deben de retar y plantear ciertas preguntas, cómo actuar desde nuestros contextos”, indicó.

Las actividades se desarrollaron a partir de tres mesas de trabajo: una para que las investigadoras presentaran sus proyectos y cuáles son los temas que les preocupan y qué incidencia tienen en el contexto social.

Fotografía: Adriana González

La segunda fue pensada para reflexionar sobre cuáles son nuestras experiencias como investigadoras, qué situaciones vivimos. Sabemos que hay circunstancias que nos atañen en exclusiva por ser mujeres, que nos implican mucho más tiempo y energía de lo que los hombres invierten, y esto afecta nuestro desarrollo como profesionistas”, comentó.

En la tercera mesa se discutió sobre las metodologías y epistemología en que están construyendo sus proyectos de investigación, a fin de tratar de identificar algunas propuestas alternativas.

“En la ciencia se nos ha hecho pensar que sólo la cabeza y la razón importan al hacer proyectos de investigación. Pero en el feminismo se ha reivindicado el cuerpo, los sentimientos; el repensar otras formas de construir conocimiento desde relaciones más personales con los involucrados en nuestra investigación, y que reflexionemos sobre el compromiso social y ético. Como mujeres productoras de conocimiento podemos incorporar otras metodologías que den cuenta de estas particularidades”, precisó Ortiz Cadena.

Señaló que, por lo general, «para les compañeres que tienen otras orientaciones sexuales es muy difícil, incluso en las instituciones educativas, tener una participación» y un dato relevante es que ninguna mujer transexual está haciendo investigación o están ocultas, lo que hace pensar que la universidad sigue siendo heteronormada y patriarcal; de ahí la importancia de generar estos espacios.

Fotografía: Adriana González

La Coordinadora de Investigación del CUCEA, Bertha Quintero Maciel, compartió estadísticas de la participación de las académicas de dicho plantel: 165 docentes (38 por ciento) de tiempo completo son mujeres; 67 (38 por ciento) pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores; 117 (44 por ciento) forman parte de un cuerpo académico y 27 son responsables de ellos.

“Somos sede de cinco cátedras de la UNESCO, y cuatro son coordinadas por mujeres”, apuntó.

Como parte de los proyectos de investigación se presentó “Práctica y riesgos del sexting en los estudiantes del CUCEA”, propuesta tecnológica de intervención educativa sobre la que Patricia Guerrero Lozano explicó que, por medio este estudio, quisieron conocer cómo ha sido la práctica del sexting (intercambio de texto o imágenes con contenido sexual) en el plantel, qué consecuencias ha presentado y hacer una propuesta de intervención.

“Al ser un tema delicado vemos que en el diagnóstico se complica mucho la sinceridad de los estudiantes, a pesar de que se les garantice anonimato. Cabe suponer que en las víctimas esto ocurre por vergüenza, y en los victimarios porque hoy estos actos están calificados como delito. Aún en esta pequeña muestra del estudio encontramos la presencia de sexting, sextorsión y divulgación de contenido sexual o fotografías sexualmente explícitas”, precisó.

Dijo que estos resultados hacen suponer que al trasladar el estudio a todo el centro universitario habrá mucha más presencia de estos sucesos que suelen generar un ambiente hostil para las víctimas, lo que puede provocar un bajo desempeño escolar y deserción; de ahí la importancia de la prevención, de educar y crear conciencia para crear un ambiente de confianza para los estudiantes.

Artículo anteriorUn nuevo enfoque de la química computacional
Artículo siguienteFrancisco Medina expone en el MUSA “La vida del color”