Al menos 17 empresas agroindustriales acaparan la mayoría de las concesiones de agua subterránea en la región Altos Norte de Jalisco, lo que puede vulnerar el acceso al líquido a miles de pobladores y pequeños productores de los municipios de esa zona.

Así lo informaron especialistas durante la presentación de la plataforma “Agua en Los Altos de Jalisco: riesgos de acaparamiento y contaminación en un contexto de cambio climático”, en el que participaron investigadoras del Centro Universitario del Sur (CUSur) y del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS).

En ese análisis se recopiló información pública para conocer el acceso a recursos hídricos en esa región, la sobreexplotación de cuencas subterráneas, así como las consecuencias de proyectos como la presa El Zapotillo y la contaminación de fuentes de agua.

Se estima que en esa región de los Altos Norte se destina hasta 70 por ciento del agua subterránea a fines agroindustriales, y el resto para actividades urbanas, además de ser una zona altamente vulnerable al cambio climático, destacó Cindy McCulligh, investigadora del CIESAS.

“Estas 17 empresas o individuos tienen concesionado un volumen de agua subterránea mayor al volumen de las fuentes superficiales y subterráneas para el uso público urbano en 17 municipios, o sea, esas 17 empresas o individuos tienen más agua concesionada que una población mayor a 700 mil habitantes”, afirmó.

En la plataforma se menciona el ejemplo de la empresa Proteína Animal (Proan), con sede en San Juan de los Lagos, la cual es propiedad de Manuel Romo Muñoz, uno de los empresarios mexicanos más reconocidos, según publicaciones como la revista Expansión.

A Romo Muñoz se le relaciona con otras ocho personas familiares que también son sus socios, y quienes en conjunto cuentan con 75 concesiones en cuatro municipios de la región, lo que les permite una extracción de más de diez millones de metros cúbicos al año.

McCulligh explicó que aunque el agua es un bien de la nación, existen concesiones a particulares para otorgar permisos para su explotación, aunque esto también puede dar pie a un “mercado negro” de concesiones de agua en México.

“En ese mercado el agua tiende a transferirse de los usuarios más pequeños a otros sectores como industrias o inmobiliarias, y en la región de Los Altos fluye hacia las grandes empresas agropecuarias”, afirmó.

En el caso de Jalisco, y de acuerdo con la investigación, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha otorgado seis mil 431 concesiones en 17 municipios de Altos Norte, lo que representa 24 por ciento de las concesiones de agua en la entidad, con lo que se permite la extracción de 24 por ciento del volumen total autorizado a nivel estatal.

Lamentó que no existan lineamientos reales basándose en el flujo de agua subterránea y que sólo se apliquen límites municipales o superficiales de estos bienes naturales, y recalcó que hacen falta más estudios para analizar a profundidad la calidad del agua en estas zonas con alta actividad agroindustrial.

Anahí Copitzy Gómez Fuente, investigadora del CUSur, resaltó la necesidad de contar con estudios sobre el acceso al agua, pero con un enfoque social para conocer las problemáticas que enfrentan los habitantes de zonas con dificultades hídricas.

El ingeniero Aldo Quintanilla Morales, Director General de la Junta Intermunicipal de Medio Ambiente de Altos Norte, subrayó que la crisis hídrica y las condiciones geográficas de la región son factores que no sólo vulneran el acceso al agua, sino que también pueden ser fuentes de incendios forestales.

“Estamos viendo una superficie muy grande que se ha visto afectada por incendios forestales, y está íntimamente ligado con el problema del agua”, afirmó.

Añadió que el acaparamiento del agua también impacta a los pequeños productores, quienes deben de invertir más recursos para obtener concesiones o en maquinaria para construir pozos de agua con mayor profundidad.

Los datos completos de estas investigaciones se pueden consultar en el sitio web aguaenlosaltos.ciesas.edu.mx/

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