Una familia diferente

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Hendrix, un niño de siete años, es adoptado por una pareja gay. El pequeño encuentra en su otra familia la seguridad y el cariño que necesita. Chema (Luis Roberto Guzmán), después de concluir sus labores domésticas, va por el pequeño a la escuela, le da de comer, lo ayuda con sus tareas, le brinda cuidado y atención. Juntos esperan a que Jean Paul (Jorge Salinas), un publicista y asesor de imagen, llegue de trabajar.
La madre de Hendrix, Nina (Nailea Norvind ) es adicta al crack y está en proceso de recuperación, pero logra escapar del centro de rehabilitación en busca de su hijo, azuzada por Patrick (Andrés Almeida), su amante, quien en realidad quiere vender al niño. La película será exhibida el 9 de marzo en el teatro Diana, a las 21:00 horas, a beneficio de los Hospitales Civiles de Guadalajara.
En una de las escenas, Chema y Jean Paul enfrentan los prejuicios sociales al tratar de inscribir a Hendrix en un colegio, pues el director pone en tela de juicio su relación y externa su preocupación por el qué dirán. El filme evidencia la falta de apertura de algunos sectores sociales hacia las familias homoparentales y la doble moral que prevalece en el país.
El largometraje comienza con una boda: la de Jean Paul y Chema, a quien Tomás, un sacerdote católico los une en matrimonio. La pareja no imagina el drama que vivirá tras la llegada del pequeño Hendrix. Alejandro Calva caracterizó al sacerdote que casa a la pareja. Posteriormente los ayuda a defender la custodia del pequeño Hendrix. La película muestra que a pesar del rechazo de la iglesia por los matrimonios gay, subsisten entre sus miembros puntos de vista diferentes sobre el tema.

Un director visionario
Al día siguiente de concluir el rodaje, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó la ley que avala los matrimonios de personas del mismo sexo y la posibilidad de que éstos puedan adoptar, lo que le da un peso coyuntural a este largometraje.
La película fue dirigida por Gustavo Loza, quien también escribió el guión. La idea de realizar La otra familia surgió en el taller de guión del Festival de Sundace, fundado por Robert Redford. La película ya fue exhibida en el Festival de Morelia (2010) y en el I Festival Internacional de Cine de la Ciudad de México. En este último la copia tenía 20 minutos menos que las exhibidas en la capital michoacana por un proceso de ajuste.
Para Gustavo Loza no resultó fácil llevar a la pantalla grande su historia. Enfrentó numerosas dificultades. Nadie se atrevía a producir la película. Algunas de las personas que leían el guión no veían con buenos ojos la historia. Incluso –comenta el director– “cuando lo leyeron personas cercanas a mí, no comprendían por qué había escogido ese tema. Me aconsejaban que mejor escribiera sobre otra cosa”.
Después de tocar muchas puertas logró contactar a Matthias Ehrenberg y Ricardo Kleinbaum. Ellos decidieron comprometerse a producir el largometraje en mayo de 2009. Para el trabajo de fotografía llamaron a Carlos Marcovich, quien se ha forjado un nombre en el ámbito con filmes como El callejón de los milagros (1995).

Cambios de imagen
Otro reto fue conseguir a los actores que interpretaran a algunos de los personajes clave. Hubo quienes no se atrevieron a entrar en el proyecto. Fue en junio de 2009 cuando comenzó el casting, logrando el cineasta enganchar además de los actores ya mencionados, a Ana Serradilla, Dominika Paleta, Juan Ríos, Carmen Salinas, Silverio Palacios, Andrés Almeida y Mario Zaragoza, entre otros.
Para interpretar de manera verosímil al personaje que le tocó caracterizar, Luis Roberto Guzmán vio y analizó algunos filmes, entre éstos, Milk y Segunda piel, así como programas de televisión de temática gay y relacionados con el mundo de la moda, para aprender algunas actitudes corpóreas y como visten los que trabajan en este segmento comercial.
Jorge Salinas tuvo que aceptar una depilación de cejas y hacerse manicure para que sus uñas lucieran uniformes, como corresponden a un asesor de imagen. En un principio –cuenta Gustavo Loza– los dos actores se ponían nerviosos, o no sabían de qué manera mostrar sus emociones, pero consiguieron acoplarse como compañeros.
Bruno Loza, hijo del director y guionista del filme, hizo el papel de Hendrix. El nombre hace alusión al guitarrista Jimmy Hendrix, como un homenaje.
La película empezó a ser filmada en noviembre de 2009, en el Distrito Federal y Morelos. La filmación duró siete semanas. Parte de la historia transcurre en un reclusorio todavía en función. Los presos y los custodios actuaron como extras. En el rodaje participaron alrededor de 80 personas, entre actores, staff y técnicos.

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