Por segundo año consecutivo, dos estudiantes del CUValles, Imer Nahum Chávez Atkinson y Carlos López Cortés, obtuvieron el primer lugar en el Concurso de Robótica de Modelos Animatrónicos de Anfibios Robóticos, que se realiza cada año en el marco de la semana nacional de anfibios en Chiapas.
Los jóvenes estudiantes de la licenciatura en Ingeniería mecatrónica, participaron este año con un modelo robótico que simulaba ser una cecilia (un anfibio parecido a una serpiente), cuya construcción y desarrollo les tomó dos meses, aproximadamente. El año pasado, en cambio, ganaron con la construcción de una salamandra robótica.
El objetivo de dicho certamen, además de reconocer la importancia de los anfibios, es que los concursantes logren imitar de la mejor manera posible los movimientos de la especie elegida, hasta que parezca casi un movimiento natural.
Para lograrlo los alumnos de sexto y octavo semestre, respectivamente, utilizaron una tecnología basada en la programación con microcontroladores.
“Es algo muy grato, ver que las ganas que le metimos al proyecto están dando frutos, y además nos da esa seguridad de que el nivel del centro es bastante bueno”, dijo Carlos López, originario de Oaxaca.
La convocatoria para este concurso está dirigida a estudiantes tanto de nivel superior como medio superior, y participan equipos de distintas universidades del país.
“Estaba la Universidad de Tabasco, que también compitió el año pasado y la verdad el proyecto que presentaba estaba muy completo, nos hizo dudar un poco, pero supimos tanto desarrollar mejor el proyecto como presentarlo, porque se tiene que presentar la vida de la cecilia, dónde vive y hacer una ambientación de un panel para presentar el modelo animatrónico”.
Por su parte, Imer Chávez dijo que fue importante el apoyo que recibieron tanto del centro como de sus familiares, y necesario para ganar esta competencia nacional.
“Requirió sobre todo más tiempo y más esfuerzo, porque es un concurso nacional, y la competencia, aunque no sabíamos cómo iba a estar, aun así le echamos todas las ganas”.
Una de los aspectos que el jurado halagó del trabajo con la cecilia, fue el diseño que permitía maniobrar fácilmente aun en caso de algún desperfecto.
“Hicimos accesible la manera de reconstruir nuestra cecilia, es decir si se nos rompía un cable o si necesitábamos reparar algo, rápidamente podíamos llegar al punto donde se encontraba el problema”, explicó Carlos Chávez.
“En el sur del país, la UdeG es muy reconocida, y se me presentó la oportunidad, ya que tengo unos familiares en Guadalajara, así al irme pude estudiar la carrera que yo quería: mecatrónica”.
