Foto: Cortesía paho.org

En México, 80 por ciento de las personas que sufren hepatitis tipo C desconocen su condición, debido a que es una enfermedad silenciosa que puede tardar años en manifestarse, afirmó José Antonio Velarde Ruiz Velasco, jefe del servicio de Gastroenterología del Hospital Civil de Guadalajara, “Fray Antonio Alcalde”.

En el marco del Día Mundial contra la Hepatitis, que se conmemora el 28 de julio, el especialista refirió que en el país hay 1.7 casos de esta afección por cada 100 mil habitantes y hay un registro de poco más de ocho mil personas fallecidas a causa de la  hepatitis B o C en los últimos años.

“Aquí lo importante sí es tratar de hacer esa búsqueda intencionada en las personas que tengan riesgo, lo malo es que probablemente hasta 80 por ciento de las personas que tienen hepatitis C no lo saben. Es un problema de salud importante que pudiéramos nosotros frenar si podemos identificar a las personas que tengan riesgo”, dijo en entrevista.

Recordó que la mayoría de los pacientes con esta enfermedad son asintomáticos y cuando  presentan alguna molestia o malestar, este puede ser inespecífico, es decir que puede pasarse por alto o confundirse con otros padecimientos ya que lo más común es que las personas se sientan fatigadas, con dolor articular, diarrea, dolor de cabeza o el clásico color amarillo de los ojos o la piel, conocido como ictericia.

Los tipos de hepatitis infecciosa viral más comunes son la A y la E que son transmitidos por alimentos o agua contaminadas, o cuando no hay medidas de higiene en la preparación de la comida. La mayoría de los pacientes evolucionan bien y se recuperan con un tratamiento de vigilancia, aunque en algunos casos los síntomas pueden ser más graves.

En el caso de los tipos B y C, los contagios tienen que ver con actividades de riesgo como el uso de drogas intravenosas o intranasal (aspiradas), con compartir pipas o fumar crack, además de prácticas sexuales entre varones, así como pacientes que llevan hemodiálisis por enfermedad del riñón o personal médico en contacto con pacientes enfermos.

Ruiz Velasco aconsejó a las personas que no esperen a tener un síntoma o señal, sino que acudan a realizarse una prueba de diagnóstico cada seis meses si tienen una actividad de riesgo o al menos una vez en la vida.

“Cuando se presenta alguna molestia es porque la enfermedad del hígado está muy avanzada y está en una etapa que llamamos cirrosis hepática que puede ser de más riesgo para que el paciente presente cáncer de hígado. Por eso todas las personas que encontremos con hepatitis o con un perfil del hígado alterado, tenemos que estudiar por qué está inflamado y si es hepatitis por virus hay que tratarlo”, indicó

Enfatizó que el Hospital Civil cuenta con una campaña permanente y gratuita de detección de hepatitis B y C, con pruebas de sangre. Incluso la tipo B puede ser detectada con una prueba rápida que solo requiere de una gota de sangre.

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